Las flores se han convertido en el complemento perfecto de cualquier lugar. Su belleza, sus diferentes formas y los colores tan llamativos que posee hacen que sean un gran atractivo.
Si hay alguien que sabe sobre la delicadeza de estas plantas es Carmen Sánchez Ledesma. Es madrileña, pero hace ya seis años que se fue a vivir a Tudela de Duero, una localidad vallisoletana ubicada a 16 kilómetros de la capital, donde fundó Nikua Floral.
Su vínculo con el mundo de las flores viene de lejos porque es algo que siempre le ha apasionado. Aunque todo tiene un inicio y, en su caso, recuerda que hubo una época en la que se llevaban las coronas y ahí comenzó a hacer tocados para la peluquera de su barrio.
Un hobby que terminó convirtiéndose en una profesión y a lo que se suma la formación que tiene detrás como restauradora de esculturas.
"Trabajé 14 años en obras pero, por motivos de salud, empecé en oficina. Necesitaba hacer cosas con las manos y esta afición se transformó por petición popular en pequeños encargos", sostiene.
En 2019 decidió cambiar su vida y marcharse a vivir a la localidad vallisoletana. Su marido es de allí y, cuando se conocieron, a él no le gustaba Madrid. "Hubo una inflexión de vida y decidimos venirnos. Yo siempre he querido vivir en un pueblo", asegura.
Y es que Ledesma, pese a que es fan de pasear por las calles de Madrid, reconoce que "la calidad de vida y creativa" que tiene en Tudela de Duero, "no tiene nada que ver".
Fue precisamente allí donde conoció a una artesana que es ceramista. Y fue la que le impulsó a perseguir este oficio de florista de flores de tela y papel, que van al unísono.
Ella, sin darse cuenta, había empezado en una profesión que, por aquel entonces, aún era desconocida. "Me planteé un proyecto serio y profesional gracias a la inspiración de una artesana que le abrió el camino", afirma.
Y no solo eso, sino que también ha ido encontrando ciertas pinceladas por el camino. Recuerda su estancia en Japón cuando aún era estudiante de la Universidad.
Allí entendió lo que significaba observar cada detalle y los procesos: "Lo valoran todo más. Ese ceremonial japonés me ha influido. Ellos tienen una historia en papel que es impresionante".
Desde hace unos años, hemos normalizado encontrarnos flores de papel o tela en distintos establecimientos. Y todo tiene un por qué. En este caso, según explica la experta, es porque "viene la ola del mundo anglosajón".
Lo que más se observa son las flores "grandes, gigantes y espectaculares". Un contexto en el que caminamos hacia "disfrutar más de la naturaleza", lo que lleva, inconscientemente, a "más atención en plantas, flores y botánica en general".
Trabajos con grandes marcas
La trayectoria de Ledesma es muy amplia y ha podido trabajar durante estos años en diferentes proyectos y ámbitos.
El primer vínculo que tuvo con marcas de lujo fue con Del Pozo, quien participaba en un concurso de escaparates. La artesana madrileña, afincada en Tudela, mandó su propuesta y fue seleccionada.
La apuesta fue unas flores blancas para el escaparate de Chelsea en 2018. "Ellos crearon unas ramas y buscaban una opción para mantener el escaparate con flores durante toda la primavera", recuerda.
Pero no ha sido su único proyecto con marcas de lujo, ya que también ha trabajado con Victorio y Lucchino. En esta ocasión, Violeta Gladston fue quien contactó con ella porque necesitaban una flor que "no conseguían encontrar en fresco".
Y qué mejor que las manos de Carmen Sánchez Ledesma para crearlas. "Me contactaron para replicar determinadas flores de forma realista para las fotos. Si no dices que son de papel, no lo parece, porque pasan desapercibidas entre las naturales", añade.
También ha realizado algunas piezas para Sally Hamblenton y ha participado en el 'popup' de Navidad del año pasado.
Además de todo ello, también es profesora de la escuela de artesanía de Castilla y León- Cearcal. "Somos pioneros porque es una formación continuada de la escuela de artesanía. Ahora mismo solo hay talleres monográficos", apostilla.
Una amplia carrera profesional donde Carmen Sánchez siempre está explorando nuevos mundos y actualizándose en este maravilloso e inmenso mundo de las flores.
El próximo 27 de octubre impartirá un taller en el Real Jardín Botánico y, en noviembre, lo hará sobre árboles y semillas en Ávila con la Mancomunidad del Atazar,