Alen Cristhian Gonzales es un peruano de 39 años que llegó a Valladolid en busca de un futuro mejor. Comenzó a trabajar en el Glotón 1 haciéndose cargo de la tienda cuando lo dejó su exjefa y ahora, hace algo más de un año, ha abierto otra tienda en La Rondilla, el Glotón 2.
En estas tiendas ofrece unas empanadas que quitan el sentido y que encantan a todos y cada uno de los clientes con los mejores sabores latinos. Tiene 20 variedades distintas de empanadas de hojaldre y otras 14 de empanadillas.
El peruano quiere seguir trabajando para abrir más tiendas y hacer felices a sus clientes.
De Perú a Valladolid
“Me considero un hombre trabajador, perseverante, optimista, y también amable y solidario. Intento dar a mis clientes el mejor de los tratos y productos y elaboraciones para chuparse los dedos”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Alen Cristhian Gonzales.
Este hombre, de 39 años, nació en Perú y llegó, hace 10 años, a Valladolid. Lo hizo, como él mismo nos explica, en busca de “un futuro mejor”. Cogió las riendas del Glotón, tienda ubicada, cuando dejó el negocio su exjefa.
“Ahí vi la oportunidad de emprender y tomar las riendas de un negocio propio. Quise dar al Glotón una visión más abierta a todo tipo de gastronomía centrándome en los sabores latinos de mis empanadas”, nos explica.
Y con ello se puso el mismo día que se queda solo al frente del negocio.
Sabrosas empanadas con el mejor sabor latino
Amante de la cocina, de bailar y de cocinar, coge la tienda en el año 2014. De hecho, cuenta con dos, una, El Glotón, ubicado en la calle Real de Burgos 4, frente a las Urgencias del Hospital Clínico. Que es la que más tiempo lleva.
Y El Glotón 2 que se ubica en la Plaza Alberto Fernández, en el barrio de La Rondilla, que tiene 40 metros cuadrados. La otra es algo más grande, con 50. Cuenta con dos trabajadores en la actualidad.
“Vendemos 20 variedades distintas de empanadas de hojaldre y 14 de empanadillas de diferentes países de Latinoamérica, repostería casera, bocadillos y canapés”, asegura nuestro entrevistado que presume de que todas son caseras.
Las que más se venden son las de hojaldre, la de atún y la de beicon con tomate y roquefort. En cuanto a las empanadillas, las más requeridas son las peruanas de pollo y ternera.
El futuro
En el Glotón, además de estas delicias anteriormente relatadas también se vende pan, perritos calientes y todo el que tenga sed puede comprar allí cualquier tipo de refresco para saciarse.
“El futuro lo veo muy complicado, pero sigo con toda mi fuerza y entusiasmo para seguir dando lo mejor a nuestros clientes”, asegura el dueño de las dos tiendas, cuando le preguntamos por el futuro.
Su deseo pasa por “seguir creciendo” y “poder tener una franquicia con un montón de glotones repartidos por España”.
Seguro que con trabajo y esfuerzo lo consigue.