Año 1556. El municipio vallisoletano de Valdestillas sale a la calle para recibir a Carlos V. El monarca va camino del Monasterio de Yuste. El hombre más poderoso del mundo vivirá allí su última morada.
La enfermedad de la gota se agudiza y necesita un descanso. Así, año tras año, Valdestillas celebra este hecho histórico que conmemora cuando el monarca paró para descansar en la posada histórica que había. Una cita que en el pueblo espera todo el mundo, las calles están llenas y es un momento de celebración y fiesta.
Este sábado, y siempre con la mirada al cielo, pequeños y mayores han esperado con ansia la llegada de Carlos V y su séquito. Agolpados en las calles del municipio en una tarde que se celebra desde hace ocho años y que se ha convertido en un día de gran importancia para Valdestillas.
"Es un evento que recreamos con mucho cariño y donde participa todo el pueblo", destaca Juan Carlos Rebollo, técnico de Cultura del Ayuntamiento, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Un hecho que se produjo tras su desembarco en el puerto de Laredo, en Cantabria, y posteriormente pasó por Valladolid hasta llegar a Valdestillas.
Tras pasar una noche en este municipio vallisoletano y pasar posteriormente por Medina del Campo, continuó su camino en dirección al Monasterio de Yuste, donde murió dos años después.
Al comienzo del siglo XVI se originó la frase «el imperio en el que nunca se pone el sol» como una apreciación hecha por fray Francisco de Ugalde al monarca.
Posteriormente se haría aún más popular con su hijo Felipe II cuando se anexionaron también las Islas Filipinas y los archipiélagos de Micronesia. Por eso, Carlos V soñó en grande en Valdestillas.
En aquella época, los habitantes del municipio se hicieron eco de la inesperada visita del emperador, por ello y como agasajos de bienvenida a la localidad se celebró un gran desfile acompañado de música y bailes tradicionales. Algo que ahora se vuelve a repetir.
Un desfile que ha arrancado sobre las 18:30 de la tarde y que ha durado cerca de una hora. Así, más de 200 personas han participado para recrear la histórica llegada de Carlos V. Se ha realizado un recorrido desde la ermita del Cristo del Amparo hasta la Plaza de la Constitución.
Además, se hizo el nombramiento del Posadero Real a la Asociación Cultural Compañía Nassratten.
Minutos después se realizó el lanzamiento de flechas a cargo de la Guardia Real de Arqueros de Corps desde el Balcón del Ayuntamiento.
Previamente, tuvo lugar una comida popular con la colaboración de la Asociación Fuente Nueva en la plaza Mayor con un guiso con panecillo más un cuenco de barro.
Posteriormente el campamento retomó su actividad con exhibiciones y talleres de tiros con arco en la plaza de la Constitución a cargo de la Guardia Real de arqueros de Corps.
También hubo una exhibición de cetrería, vuelo de rapaces, y después de la recreación histórica se vivió un espectáculo de fuego a cargo de Kull D’Sac que finalizó con un espectáculo pirotécnico.
La fiesta sigue
Además, para este domingo 20 de octubre, también hay mercado y a las 13.15 horas tendrá lugar el ‘Duelo en Valdestillas’ aventuras de unos soldados alemanes que hacen noche en el campamento de Carlos V a cargo del grupo de recreación Nassratten.
A las 15 horas se cerrará el mercado. Algo que también hizo Carlos V cuando fue agasajado de rica variedad de productos. El monarca hizo buen acopio antes de partir en su viaje hacia Medina.
Valdestillas es un cruce de caminos donde se encuentra el Camino de Santiago, la iglesia con el retablo mayor de Pedro Correa, las riberas del Adaja y está dentro de la ruta del vino de Rueda. Sin duda, la oferta cultural, histórica y gastronómica del pueblo es muy rica. Y Carlos V lo sabía.