Un hombre de 31 años deberá sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial de Valladolid acusado de un presunto delito de estafa, por el que el Ministerio Fiscal le solicita tres años de prisión y una multa después de transferirse a él mismo casi 60.000 euros de las cuentas bancarias de sus dos víctimas.
Siempre según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso este periódico, el acusado, con antecedentes penales cancelables, actuó con un ánimo de lograr un beneficio patrimonial ilícito, logrando las claves de acceso a las cuentas bancarias online de sus víctimas.
Todo se remonta al año 2020, cuando el día 21 de julio se transfirió fraudulentamente 28.000 euros de la cuenta de su primera víctima a la suya, sin que ésta tuviera conocimiento ni le hubiera dado su consentimiento.
Dos días más tarde, el 23 de julio del mismo año, hizo lo mismo desde la cuenta de su segunda víctima, transfiriéndose, en esta ocasión, 29.500 euros.
El propio banco en el que las víctimas tenían depositado su dinero ha sido el encargado de devolver la cuantía a los afectados.
Por eso, desde la Fiscalía solicita además de la pena de prisión y la multa para el acusado, el pago de una indemnización a la entidad financiera por valor de 57.500 euros, equivalente a la cifra que se había transferido. Una cantidad que debe incrementarse con el interés legal correspondiente, según la acusación.