El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha estimado, parcialmente, el recurso de apelación contra la sentencia dictada por la Audiencia de Valladolid contra un policía nacional el pasado 22 de febrero de 2024.
Con su resolución, el TSJCyL deja sin efecto la condena del acusado por el delito de detención ilegal y, en su lugar se condena al acusado como autor de un delito contra la libertad individual, concurriendo la atenuante simple de reparación del daño.
La nueva condena supone la pena de cuatro años de inhabilitación especial para cualquier empleo o cargo público relacionado con la condición de agente de la autoridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como señala el escrito al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Por tanto, A.S.A. que fue condenado a una pena de cárcel de tres años, ahora ve como se enfrenta a cuatro de inhabilitación y no podrá ejercer como policía nacional.
El acusado fue absuelto en su momento del delito contra la integridad moral, al entenderse que el puñetazo y las patadas propinadas a la víctima se encuadraban más en el delito de maltrato de obra, por el que no reclamaron ni la acusación pública ni la particular.
Además, el tribunal impuso al policía, en el concepto de daños morales, una indemnización de 9.000 euros en favor de la víctima. Una cuantía que el condenado ya había consignado con carácter previo al juicio y que llevaría a la sala a aplicarle la atenuante de reparación del daño.
Arrepentimiento
Durante el juicio, el policia nacional, como apunta el escrito del TSJCyL, apuntó que “estaba desbordado” y que se “arrepentía de lo que hizo” en la tarde de aquel 25 de mayo de 2022.
Fue ese día cuando la víctima acudió a la comisaría del barrio de Parquesol para toparse, en el mostrador, con el acusado, al que comenzó a realizar “preguntas incoherentes”.
Tras perder de vista al hombre el policía nacional movilizó a varios compañeros y vio al denunciante en la segunda planta.
Conducido hasta las escaleras para comenzar el descenso, del denunciante se hizo cargo el acusado, que en el juicio sostuvo que fue cuando el denunciante se le resistió y le golpeó en la mejilla y en la oreja hasta que le “redujo con un puñetazo y una patada ya en el suelo”, como así se supo en el pleito.