El documental vallisoletano Generaciones en un escenario, un trabajo que repasa 40 años de música y bares en Valladolid, dirigido y producido por el cineasta y músico pucelano, Miguel Saeta, opta a cinco nominaciones a los Goya.
Según ha anunciado su creador, el proyecto ha sido seleccionado para las categorías de Mejor Película Documental, Mejor Director, Mejor Dirección Novel, Mejor Guion y Mejor Montaje de la próxima edición de estos premios, que se celebrará el próximo 8 de febrero de 2025 en Granada.
Si bien, la nominación oficial será anunciada en las próximas semanas.
Todo esto se debe a que este ambicioso trabajo ha conquistado al público y la crítica desde su estreno el pasado mes de abril, quienes destacaron "su meticuloso enfoque y su capacidad para transmitir la esencia de una época a través de la música", dejando huella en todos ellos por una particularidad hasta ahora nunca vista en el mundo del cine.
Y es que se trata del único trabajo cinematográfico del mundo estrenado en salas, que ha sido realizado por una única persona. En este caso, Miguel Saeta, quien se encargó de todas las etapas del proceso creativo, desde la investigación y el guion, hasta la filmación, edición y montaje final, durante un total de siete años.
Además, es importante mencionar que, desde su estreno, se convirtió en todo un fenómeno cultural en la ciudad.
Tanto es así, que durante el mes que estuvo en cartelera, fueron más de 1.000 espectadores los que llenaron día tras día las salas de los cines Casablanca, con el ánimo de rememorar la historia de cuatro décadas de música de la ciudad, a través de todos aquellos músicos locales que consiguieron marcar varias generaciones.
'Generaciones en un escenario'
El documental Generaciones en un escenario es un "recorrido apasionante" por los 40 años que marcaron la escena musical de Valladolid, desde 1980 hasta 2020. A través de imágenes de archivo, entrevistas y un montaje dinámico, Miguel Saeta da voz a los artistas y músicos que definieron el sonido y la identidad cultural de la ciudad.
La historia comienza en los años 80, una época de efervescencia creativa marcada por bandas pioneras como Objetivo Perdido, Los Disidentes y Los Nadie, que pusieron la primera piedra de lo que sería una movida cultural genuina. Estos grupos encontraban a su público en lugares míticos como el Landó, un bar que se convirtió en epicentro de la vida nocturna de la época.
En los años 90, el documental explora la explosión de géneros como el rock y el pop de la mano de bandas como Baikal, Imperativo Legal o Rosas en Blanco y Negro, y el auge de la zona de Cantarranas como punto de encuentro entre los músicos y diferentes tribus urbanas. Además, retrata cómo bares y salas emblemáticas como el Tío Molonio o La Sala Subterfugio se convirtieron en templos de la música en directo.
La narrativa avanza hacia los desafíos del siglo XXI, con la transformación digital y los nuevos retos que enfrentan los músicos locales. Las entrevistas a artistas contemporáneos, promotores y expertos dibujan un panorama lleno de nostalgia, pero también de esperanza por un futuro que sigue escribiéndose en los locales de ensayo y escenarios de Valladolid.
El resultado es "un homenaje vibrante y lleno de vida", que no solo celebra la música, sino que la conecta con los lugares, las historias y las emociones de quienes la vivieron. Este proyecto, que tardó siete años en completarse, se convierte en un testimonio imprescindible de la memoria cultural de la ciudad.