Este miércoles se ha colocado y bendecido la primera piedra del nuevo colegio de educación especial Obra Social del Santuario, que la Fundación Emilio Álvarez Gallego, una entidad con fines benéficos y sociales ligada a Cáritas Valladolid, tiene previsto levantar en el número 13 de la calle Simón Aranda de la ciudad.
Con una inversión de 3,8 millones de euros más IVA, a cargo de la citada Fundación, el centro, que cuenta con la colaboración de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid, estará dotado de 1.700 metros cuadrados, se situará sobre de la parcela de unos 800 metros cuadrados llamada 'Parcela Cáritas' y se distribuirá en dos plantas, baja y primera.
En el centro actual se instalará la sede de Cáritas tras una remodelación del edificio, mientras que el resto del suelo, de titularidad municipal, aún no se sabe a qué se destinará, pues, tal y como ha explicado el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, el equipo de Gobierno aún está en fase de "estudio y análisis", así como barajando diferentes opciones.
En lo que al nuevo centro se refiere, este contará con seis aulas, una de segundo ciclo de educación infantil, otra de transición a la vida adulta y cuatro de educación básica obligatoria, además de con biblioteca, comedor, gimnasio, taller de jardinería, aulas de fisioterapia y más especialidades e incluso capilla.
A todo ello se suma que los alumnos, con autismo, diversidad funcional y parálisis cerebral, entre otras capacidades, también dispondrán de un patio amplio y con múltiples posibilidades para el disfrute y la desconexión.
En la planta baja se situarán la zona infantil, el comedor, el gimnasio y el taller de jardinería, mientras que en la primera las aulas y la biblioteca.
En cuanto a las fechas de entrega, cabe destacar que, según lo previsto, el centro estará listo para junio de 2025. Por ello, esperan poder iniciar el curso 2025-2026 en el nuevo colegio.
Este sustituirá al actual y en él se seguirá contando con el equipo multidisciplinar de 10 profesores, el equipo de orientación formado por psicóloga y educadora social, el especialista en fisioterapia y los cuatro ayudantes técnicos educativos, que en estos momentos trabajan en el colegio.
Al acto, en el que se ha colocado la primera piedra del centro tras depositar una urna bajo tierra con dibujos de los alumnos, monedas, una pulsera del Año Jubilar, un retrato del Sagrado Corazón y varios periódicos, entre otros efectos, han asistido el alcalde, Jesús Julio Carnero; el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, como presidente del Patronato de la Fundación Emilio Álvarez; responsables del estudio de arquitectura que ha realizado el proyecto, responsables de la construcción y la directora y docentes del actual colegio.
El primer edil ha destacado la importancia de este día para Valladolid, teniendo en cuenta que este proyecto va a permitir "mejorar la estructura urbana y social" de la ciudad, así como "prestar mejores condiciones a los alumnos de educación especial".
Del mismo modo, se ha comprometido a "seguir colaborando con Obra Social del Santuario, en aras de que los niños de educación especial y sus familias se sientan arropados por la ciudadanía".
Por su parte, Luis Argüello ha destacado que este nuevo centro se encuentra al lado de la basílica Santuario del Corazón de Jesús, así como que el Papa Francisco acaba de recordar en una encíclica sobre el corazón de Jesús, "que el amor que brota de este costado abierto tiene que concretarse también en acción social, como la que realiza la fundación, en este caso, con este nuevo colegio", ha añadido.
Gonzalo Alarcia, responsable del estudio de aquitectura que ha realizado el diseño de la obra, ha señalado que el proyecto ha tenido ciertas complejidades, dado que este se va a construir sobre cuatro plantas de sótano, "que nos han hecho tener condicionantes estructurales y de distribución interna del edificio", pese a que "hemos sido capaces de adecuarlo correctamente".
Finalmente, Virginia Rodríguez, la directora del centro, ha confesado que el nuevo colegio es, tanto para profesores y alumnos, "una gran oportunidad, porque podremos dar más recursos personales materiales, y ampliar las metodologías para ofertar a los alumnos una educación mucho más adaptada a sus necesidades".