Pongámonos primero en contexto. En Castilla y León se contabilizan 2.248 municipios, algunos de ellos formados a su vez por varias localidades, cada una con una o varias iglesias, además de una ermita o varias.

Eso da como resultado una inmensa colección de templos cristianos. Un mosaico patrimonial que envidiaría cualquier otra región del mundo.

Construcciones sagradas que podríamos calificar como únicas o incluso extrañas. Y que han sido una vía para expresar la devoción y reverencia hacia lo divino, trascendiendo las barreras del lenguaje y la cultura.

Villalón ofrece una gran riqueza artística sacra, que conserva con esmero y dedicación. Edificaciones que hablan de un pasado señorial y que han observado el paso de los siglos. La villa cuenta con tres iglesias y una ermita.

Iglesia de San Miguel

Es un templo de estilo gótico-mudéjar, construido entre los siglos XII y XIII, con reformas en el XVI, XVII y XVIII. Tiene grandes dimensiones, asentado en la parte más alta de la localidad.

Exteriormente se distingue por la elevación de las naves y la torre. Diferentes autores la ven relacionada con obras de gran envergadura del sur de España, lo que le confiere unas dimensiones realmente importantes, junto a un estilo elegante y profusamente decorado, características todas ellas que la convierten en una de las iglesias más destacadas de toda la provincia.

Iglesia de San Juan

Se trata de un edificio de estilo gótico-mudéjar de la segunda mitad del siglo XV, de tapial y ladrillo, con tres naves separadas por pilares octogonales que montan armaduras de madera mudéjares con tirantes en la central y a una sola vertiente en las laterales.

Es singular el artesonado de la capilla mayor, de lacerías y mozárabe central. Cabe destacar también su retablo mayor, que cuenta con dieciocho excelentes pinturas sobre tablas atribuidas al Maestro de Palanquinos, fechadas hacia 1500, que representan las vidas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista.

Destacan asimismo las esculturas de la Piedad y el Cristo Yacente articulado.

Iglesia de San Pedro

Construida en el siglo XV, inicialmente de estilo gótico-mudéjar. La imagen actual es fruto de la remodelación que tuvo lugar desde la segunda mitad del siglo XVII y durante el siglo XVIII, siguiendo la moda del enmascaramiento barroco.

Está edificada en ladrillo, posee tres naves separadas por pilares cilíndricos, cubierta con bóveda de arista con retablo barroco y rococó.

Exteriormente llama la atención su altísima torre de ladrillo, dividida en cinco cuerpos. Presenta tres tramos cubiertos, tanto en la nave central como en las laterales, por bóveda de cañón y arista. La capilla mayor se cubre y se abre mediante arco triunfal de medio punto.

La portada principal, en arco de medio punto, se sitúa a un costado del templo en el lado de la Epístola.

En el interior destaca el retablo mayor, barroco, de finales del siglo XVII. Destaca asimismo un Crucificado gótico de hacia 1300, de gran valor artístico.

Ermita de Fuentes

Se encuentra en los alrededores de la villa, a unos tres kilómetros. Hoy ocupa el lugar de una antigua iglesia también dedicada a la misma advocación y relacionada ambas con la presencia cercana de unos manantiales. Se trata de un edificio barroco del siglo XVIII de ladrillo.