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“Ayer pasamos un rato difícil. Comiendo, un comensal se nos atragantó y pasamos dos minutos angustiosos. El señor tuvo la suerte de que había una médica en el local y le practicó la maniobra de Heimlich”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Jaime Valentín.

Él es el dueño del Restaurante Zvmo,  muy cerca de la Plaza Mayor de la ciudad del Pisuerga, donde se produjeron los hechos.

Eran las 15.00 horas aproximadamente de la tarde cuando un señor, de unos 65 años y su mujer “celebraban su aniversario”. El dueño del local y otras dos personas, entre ellas una médica, comían en la mesa de al lado.

“De repente, el señor se atragantó mientras comía. Primero, una persona le ayudó, después, una médica que estaba en el local consiguió practicarle la maniobra durante 14 veces para sacarle el trozo de comida”, apunta nuestra fuente.

Los momentos de tensión dieron paso a los abrazos de agradecimiento. Esta persona había conseguido salvar la vida. Finalmente, ni las ambulancias ni el 112 tuvieron que acudir al lugar tras los hechos.

“Este hombre tenía un ángel. Después de lo sucedido le entregamos una botella de cava y el hombre siguió comiendo tranquilamente”, añade el dueño del local.

Un susto tremendo en este conocido restaurante de la ciudad del Pisuerga.

La importancia de la maniobra de Heimlich

La maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios usado cuando una persona se está ahogando. Sirve para tratar de desplazar el objeto en su garganta o laringe realizando este procedimiento.

Al año mueren 3.500 personas por atragantamiento es la segunda causa de muerte por accidente después de los accidentes laborales.

Por suerte, en esta ocasión, la médica presente en el establecimiento hostelero ayudó para que esta estadística no siguiera creciendo y fue el ángel de la guarda de este comensal.