Era el pasado 23 de enero de 2023 cuando Valladolid se teñía de negro. La ciudad enmudecía. El dolor se apoderaba de todos los vecinos de la ciudad del Pisuerga y la noticia llegaba a todos los puntos del país. Un doble asesinato que tocó el corazón de todos.
David acababa con la vida de Paloma, su pareja, y con la hija, de apenas 8 años, de ésta. Ahora, se sienta en el banquillo de los acusados en un juicio que va a arrancar el próximo miércoles, 11 de diciembre.
“Las peticiones de todas las acusaciones particulares y la Fiscalía son 25 años por el asesinato de Paloma y prisión permanente revisable por el asesinato de India”, confiesa María Pinedo en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Ella es la hermana de Paloma y tía de India. Una mujer destrozada que pide justicia, aunque sabe que dos de sus pilares en la vida nunca volverán.
P.- ¿Cómo recuerda aquel ya fatídico enero de 2023?
R.- Lo recuerdo con pavor. No puedo ni quiero, todavía, creer lo que pasó.
P.- Fue una noche terrible para usted y su familia…
R.- Aún se me corta la respiración cuando recuerdo la llamada de mi madre de madrugada. Me decía: “María, vete a casa de tu hermana Paloma, ha pasado algo malo, me ha llamado la policía”. A los 10 minutos estábamos allí, sin saber muy bien que había ocurrido.
P.- Y se confirmó lo peor.
R.- Mi madre y yo nos sentamos en las escaleras del portal mientras rezábamos para que todo estuviera bien, aunque en el fondo de nuestro corazón sabíamos que no era así. Subían y bajaban bomberos, policías, sanitarios… yo solo quería ver aparecer a mi hermana y a la niña. Minutos, o quizás horas porque perdimos totalmente la noción del tiempo, bajó alguien a decirnos que la niña y su madre estaban fallecidas. Nunca olvidaré esa frase que nos partió en dos. Ahí empezó nuestro calvario.
P.- ¿Por qué cree que lo hizo David?
R.- No encuentro una explicación para perpetrar un acto tan atroz. Asesinar a una niña de ocho añitos y a su madre en casa. Despertarlas de madrugada y matarlas a sangre fría. Es horrible. No hay explicación, justificación, ni excusas. Estoy segura de que lo tenía planeado. Mi hermana estaba empezando a ver cosas que no le gustaba. Creo que el papel que estaba interpretando se le estaba desmoronando y antes de que mi hermana le dejara, las mató.
P.- ¿Cómo veía la relación entre David y Paloma?
R.- Nunca estuve de acuerdo con esa relación. Hubo momentos de cordialidad porque por una hermana tragas lo que sea necesario, pero nunca me gustó. Ella era una persona tranquila, familiar, trabajadora y casera. Él, todo lo contrario. Recuerdo un desayuno con mi hermana en el que me dijo: “Las personas cambian María. Yo lo que quiero es ayudar a David”.
P.- Y lo de India no tiene nombre, una pequeña de 8 años.
R.- India era la niña más delicada, más buena y más dulce que he conocido. No sé cómo alguien ha podido hacerle daño a un ser tan inocente. Hablar de India me desgarra.
P.- Las concentraciones se sucedieron a lo largo de los días posteriores. ¿Sintieron el cariño de Valladolid?
R.- Hemos sentido el apoyo de Valladolid desde el principio. Todo el mundo se volcó con nosotros y así durante estos casi dos años.
P.- Quizás, en esos momentos, es lo único que consuela.
R.- Por supuesto. Estar rodeados de gente increíble que nunca nos ha dejado caer es muy importante.
P.- ¿Cómo han sido estos meses para usted y su familia?
R.- Han sido meses muy duros. Está siendo un duelo muy difícil. En este caso, además de haberlas perdido, también tenemos que gestionar el cómo nos las han arrebatado. Los primeros cumpleaños sin ellas, las primeras Navidades, los primeros aniversarios, todo es muy difícil.
P.- ¿Cómo recuerda a India y a Paloma?
R.- Las recuerdo sonrientes, siempre juntas y felices, como espero que estén ahora.
P.- ¿Cómo es su vida sin ellas?
R.- Nos está costando mucho seguir sin ellas. Somos una familia muy unida y nos han arrebatado dos pilares muy importantes.
P.- Se acerca el juicio con jurado contra David. ¿Está nerviosa por ello?
R.- Estamos todos con los sentimientos a flor de piel. Tenemos nervios, sentimos tristeza y dolor. Ahora nos tenemos que enfrentar a sentarnos delante del asesino de Paloma e India y a escuchar quién sabe qué.
P.- ¿Qué espera del juicio?
R.- Esperamos que se haga justicia, aunque eso es prácticamente imposible. Nunca habrá justicia para un caso así, pero confiamos en el jurado y en que se imponga la pena máxima.
P.- ¿Cuáles son las peticiones de todas las partes?
R.- Las peticiones de todas las acusaciones particulares y la Fiscalía son 25 años por el asesinato de Paloma y prisión permanente revisable por el asesinato de India.
P.- Choca la de su propio abogado.
R.- Me parece indignante, que barato saldría matar.
P.- Siempre han defendido la solicitud de la prisión
R.- Tanto nosotros como el resto de las acusaciones pedimos prisión permanente revisable porque no hay una pena mayor en este país. Un asesino de esta índole no puede volver a convivir en una sociedad porque cuando has sido capaz de hacer esto, ¿qué no eres capaz de hacer?
P.- ¿Cree que para estos casos siempre debería aplicarse la prisión permanente revisable?
P.- Por supuesto. No hay muchos casos tan terribles como el nuestro. Pero, sobre todo, cuando hay un menor implicado, me parece lo mínimo.
P.- ¿Qué le diría a David si le tuviera delante?
R.- Le diría que con su maldad infinita ha sido capaz de privar a dos personas maravillosas del derecho a la vida. Por consiguiente, a todos nosotros también. Eso él ya lo sabe. Como dice el informe forense, él siempre ha sido plenamente consciente de lo que estaba haciendo.
P.- Objetivo y deseo que se marca mirando al juicio.
P.- Solo pedimos que se haga justicia. Que pague por lo que ha hecho, aunque nada será suficiente porque India y Paloma no volverán.