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La Navidad en Valladolid capital y en la provincia es mágica. Los pueblos se engalanan y preparan programas de actividades cargados de eventos con los que deleitar a sus vecinos y turistas y la ciudad del Pisuerga hacer lo propio.

El Ayuntamiento de Valladolid presentaba hace unas semanas un programa cargado de actividades para el disfrute. Aunque solo hace falta darse un paseo por el centro de la ciudad para hacerlo con el mercado navideño, el árbol de los deseos o la iluminación, entre otras cosas.

EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con Irene Carvajal, teniente de alcalde y concejala de Educación y Cultura en el Ayuntamiento de Valladolid para conocer cómo vive ella estas fechas tan especiales.

Una mujer familiar

Irene Carvajal es una vallisoletana, hija de un andaluz y de una gallega, que está casada con un riosecano y es madre de otros dos. Es, la familia, su gran proyecto vital y lo que le define. Lo que le ha esculpido como persona.

“En el trabajo no soy muy distinta a mi vida personal. Me considero una persona perfeccionista, trabajador y, sobre todo, muy afectiva. Me alimentas los abrazos, las sonrisas y el buen ambiente. Me gusta ensalzar lo positivo y dar las gracias. Huyo de la toxicidad”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

La primera teniente de alcalde y concejala de Educación y Cultura en el Ayuntamiento de Valladolid se declara como una persona “hogareña”. Su hogar es su refugio, su paz, el lugar en el que encuentra el equilibrio justo.

“Me encanta cocinar y recibir a mis amigos y familia en torno a la mesa. Adoro los sábados de invierno en los que, si mis obligaciones me lo permiten, me quedo en casa, me tumbo en el sofá y leo un buen libro o veo una buena película con mi marido e hijos”, añade.

Pero en Navidad, sale a disfrutar de Valladolid, en un periodo mágico y especial del año, como no podía ser de otra manera.

Apasionada de la Navidad

“Me encanta la Navidad. No la entiendo si no es en familia. Eso lo he heredado de mis padres y abuelos. Cuando era pequeña, nos repartíamos los días de Navidad entre Galicia y Andalucía y en Reyes veníamos a Valladolid. Cruzábamos España de punta a punta”, añade nuestra entrevistada.

Desde que es concejala, su Navidad es diferente. Ha tenido que renunciar a ir a Tuy (Galicia) y a Úbeda (Andalucía). No puede coger días libres, pero es una época del año “totalmente vibrante”, añade.

Valladolid da la bienvenida a la Navidad

“Nos reunimos en mi casa con mis padres, mi hermana y su familia, mis cuñados y sobrinos. Como he comentado me encanta cocinar y organizar el encuentro familiar. Son días especiales en los que disfruto mucho de mis hijos y de mi marido, son momentos de convivencia y de hogar”, afirma la teniente de alcalde.

Se declara una mujer “sencilla” a la que le gustan “las cosas sencillas”. Disfruta paseando por las calles, al atardecer, quedar con sus amigas y, sobre todo, con su amiga Blanca y familia que vive en Alemania.

Disfruto muchísimo el rato que compartimos con mis padres, desgraciadamente mis suegros ya fallecieron. Mis hijos sienten adoración por ellos y son afortunados, porque el aprendizaje personal, que se recibe de los abuelos, es de los mejores que se puede vivir, como niño y como joven.

Su plan favorito

“Todo es divertido y amable en Navidad. Aprovecho para saborear la oferta cultural de Valladolid, que es una de las mejores de España. Me divierte mucho pasear sin rumbo por la ciudad, ver las calles abarrotadas de gente, de familias, de niños y de jóvenes que vienen a disfrutar de Valladolid”, asegura Carvajal.

Además de reunirse con su familia, su plan favorito es quedar con sus amigas. Se declara una “afortunada” por contar con grandes amigas que “conserva desde la infancia, forjadas en el colegio” y que suma a las de la facultad, las del círculo de su marido, compañeras de trabajo, madres de amigos de sus hijos y otros que se ha encontrado a través del camino vital.

“Antes de dedicarme a política solía quedar con ellas, al menos una vez por semana, además de hacer mil planes juntas. Ahora hacerlo con la misma frecuencia, por la mayor carga de trabajo, ser concejal implica estar disponible a tiempo completo. Pero hay algo a lo que no renunciamos que es a vernos dos veces al mes, a seguir disfrutando de nuestros planes, que son ya una costumbre irrenunciable y a juntarnos, varios días, en Navidad para reírnos, compartir nuestras novedades y planificar todo lo que haremos en el nuevo año”, apunta.

La Navidad en Valladolid

En Navidad, Valladolid se convierte en una “ciudad de encuentro” con nuestras creencias, con nosotros mismos y con los que están lejos. “Valladolid en Navidad es una ciudad que se abre a esos sentimientos, a personas que, pese al frío, se muestra cálida y acogedora” y también “receptiva y sensible”.

“Lo que da sentido a Valladolid son sus habitantes. Lo que ha construido esta ciudad son los vallisoletanos. Personas únicas con valores únicos. Un carácter forjado por el clima mesetario, sin estridencias ni florituras. Sin necesidad de autobombo y con capacidad de adaptarse a lo que el destino depare”, explica nuestra entrevistada.

El objetivo que persigue la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valladolid pasa por “seguir sumando Navidades con todos aquellos que forman parte de su vida” y “seguir deseando que el espíritu y los valores de la Navidad algún día invada los lugares del mundo en que el sufrimiento y la ausencia de Paz es lo cotidiano”.

“Este año pongo una mirada principal para las víctimas y afectados por las inundaciones de Valencia, La Mancha y Andalucía, para que en la medida de lo posible recuperen su normalidad, aunque la pérdida de vidas humanas es irrecuperable deseo su alivio y su consuelo”, añade.

En lo profesional busca “crecer en perfección y trabajo bien hecho” y en ofrecer de ella “lo mejor para mi ciudad y para mis vecinos”. “Soy una servidora que eligieron los vallisoletanos y mi trabajo es servirles, por encima de todo, con diligencia, responsabilidad y la mayor de las profesionalidades”, finaliza.

Irene Carvajal, una mujer que disfruta de la Navidad y que pone a su familia y amigos por encima de todos.