Tenemos que viajar hasta el siglo XIX para hablar de esta historia. Aunque hace poco más de una década Javier León de la Riva recuperó de alguna forma esta prohibición que luego fue suprimida de nuevo por el Gobierno municipal de Óscar Puente. Hablamos de la privación de la mendicidad en Valladolid.
Un 18 de diciembre de 1878 el alcalde de por aquel entonces, Miguel Íscar, imponía la norma que impedía "terminantemente" la circulación de los pobres por las calles de la ciudad pidiendo caridad pública. En otras palabras, una ordenanza que prohibía mendigar.
Fue en 2012 cuando Javier León de la Riva reversionó esta norma, pero tuvo un largo proceso litigioso y con la entrada del PSOE y Valladolid Toma la Palabra en el Gobierno municipal en 2015 acabó dos años después con la derogación definitiva de la ordenanza impulsada por el 'popular'.
Pero hoy hablaremos de la impulsada por Miguel Íscar. Su norma, impuesta en la mencionada fecha, fue ratificada unos años después, el 19 de mayo de 1881, y se prohibía la mendicidad en calles y plazas, pero con algunas excepciones.
Y es que la norma del exregidor permitía que sí pidiesen la caridad pública los ciegos, impedidos y ancianos. La extensa presencia de personas sin hogar y recursos pidiendo en la calle, muriendo muchos de ellos por hambre, llevó a Miguel Íscar a impulsar la prohibición de esta práctica.
Tal y como recuerdan los libros históricos y publicaciones de la época, aquellos que practicaban la mendicidad hacían uso de sus dotes musicales para lograr más limosnas a las puertas de las catedrales e iglesias.
El perfil de los mendigos estaba repleto de mujeres viudas, ancianos abandonados, huérfanos, tullidos, enfermos o ciegos, pero también había estudiantes sin recursos a quienes no les quedaba otra que recurrir a la mendicidad para salir adelante.
Con el paso de los años, el 4 de agosto de 1933, se aprobó la Ley de Vagos y Maleantes y estuvo vigente hasta 1970, cuando fue sustituida por la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.
Hace 12 años, León de la Riva recuperó aquella norma bajo el paraguas de la Ordenanza Municipal de Protección de la Convivencia Ciudadana y Prevención de Actividades Antisocial.
Un documento que contemplaba multas que podían ir de los 750 a los 3.000 euros, considerando graves los casos de mendicidad en los que se utilizaba a menores de edad.
La norma generó un gran revuelo social y fue duramente criticada por distintos colectivos, que acusaron a León de la Riva de ir en contra de la libertad de las personas.
Fue el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) el que anuló la ordenanza al tener contemplada cualquier tipo de mendicidad. La sentencia sí consideraba legítimo, eso sí, prohibir aquellos casos en los que existían situaciones de coacciones, conflicto moral, violencia psíquica o incomodidad en la vía pública.
En 2015, PSOE y VTLP entraron al Gobierno municipal y a los tres años terminaron por derogar la Ordenanza que estipulaba esta prohibición.
Mientras tanto, con el regreso del PP a la Alcaldía, esta vez con el apoyo de Vox, el actual alcalde, Jesús Julio Carnero, no ha dado muestras de volver a implantar lo que su compañero de partido recuperó de dos siglos atrás.
Como curiosidad, en la confluencia de la Acera de Recoletos con la Plaza de Colón, en una de las esquinas, todavía se puede ver un cartel en el que se lee 'Prohibida la mendicidad', que recuerda aquella norma que en el siglo XIX fue impulsada por Miguel Íscar.