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Amallah con la bola en el partido ante el Real Madrid
Mbappé se exhibe en un Zorrilla abarrotado que vuelve a clamar contra Ronaldo
Los blancos se llevaron el triunfo por 0-3 de tierras pucelanas ante un Real Valladolid que dio la cara, sobre todo en el primer acto.
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Era utópico pensar que el Real Valladolid podría vencer al todopoderoso Real Madrid. Incluso que podría arañar un punto a ritmo de empate. El guión se desarrolló según lo previsto y los de Ancelotti se llevaron los tres puntos gracias a una exhibición del mejor jugador del mundo, con permiso de Vinicius y para que no se enfade.
El Pucela llegaba al choque tras la derrota ante el Espanyol en duelo directo del pasado viernes y después de que el último partido en su feudo, ante el Real Betis, lo contara por victoria.
Pero lo hacía, un día más y como es normal, con el enfado patente de su gente y el enfado hacía el presidente del club, Ronaldo Nazario, más pendiente de hacer caja antes de vender el club que de luchar para que su entidad, porque todavía es suya, consiga salvarse de un descenso que cada vez está más cerca pese a que queda aún media Liga.
El Pucela se quedó sin puntuar pese a hacer frente al líder que se valió de destellos para hacer tres tantos con un Mbappé sublime. Sin embargo, los pupilos de Diego Cocca intentaron competir y en el minuto 2 tuvieron el 1-0 con un cabezazo de Torres.
Había que presionar, y se achuchó al Madrid en su campo buscando recuperar lo más cerca de la portería. Una fuerza continua que, eso sí dada la entidad del rival, encontró pronto oposición.
Los madrileños fueron ganando metros y pasaron a controlar la pelota, ante una defensa blanquivioleta ordenada, segura, que minimizaba espacios para no dar pie a la alta calidad que atesoran los jugadores rivales. Hein, en una de las pocas en las que el balón llegó a portería, envió a córner un disparo lejano. Y pocos minutos después llegó el 0-1 que empinaba la cuesta, con el primer gol de Mbappé.
Porque con el gol a favor el Madrid se encontró cómodo, y al Pucela le costaba hacer daño a un equipo confeccionado para dominar. No obstante, las ocasiones eran a cuentagotas, y menos en una segunda mitad que fue más lenta, con los visitantes haciéndose con la pelota, agotando el tiempo, ante un Real Valladolid que pagaba el cansancio.
No faltó el orden en los de Diego Cocca, ni la vocación de querer empatar primero y ganar después. Pero el ahora líder castiga los errores y, a la contra, es letal. En una de esas llegó el 0-2, aunque los castellanos no bajaron los brazos.
Mantuvieron el rumbo a pesar de la marejada, en este proceso de reconstrucción que vive desde hace unas jornadas, con esa mejoría que se plasma en el césped y se quiere reflejar también en el marcador.
En el 81' Sylla la tuvo pero su disparo fue alto, y ya al filo del descuento llegó la sentencia desde los once metros en un penalti revisado por el VAR que deparó la segunda amarilla para Mario Martín. Un penal infantil.
Los gritos contra Ronaldo y la directiva volvieron a notarse en Zorrilla. Los chalecos de obra también se divisaban a través de la televisión.
Tras 21 jornadas el Real Valladolid ocupa la última posición, con 15 puntos. El foco está puesto en el duelo del sábado 1 de febrero, la visita al Villarreal CF a partir de las 16.15 horas, para conseguir esos tres puntos que impulsen la remontada.