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Nueva derrota y ya van 20. La que es una de las peores temporadas de la historia del Real Valladolid en Primera División, de largo la más nefasta de este siglo XXI, suma otro capítulo negro en su guion. A pesar de los intentos en el último tramo del partido, los de Pucela han vuelto a caer, esta vez en casa y ante el Real Club Celta de Vigo.

Los de Álvaro Rubio perdieron por 0-1 ante los gallegos en un partido que se decantó por un cuestionable penalti de Javi Sánchez por mano. No por lo que diga la norma, sino más bien porque es de esos que otras veces no se pitan. Lo acabó transformando con facilidad Marcos Alonso tras no adivinar Karl Hein el lado.

El estadio José Zorrilla era el escenario de la jornada 28, que enfrentaba a vigueses y vallisoletanos con las gradas visiblemente incompletas. La fuerza de movilización del comienzo de temporada del Pucela es evidente que se ha debilitado, después de registrar poco más del 60% del aforo este sábado. Con un gran número de aficionados visitantes.

El partido comenzó con un claro dominio visitante. Hasta el punto de que en los primeros 10 minutos los de Claudio Giráldez se pudieron adelantar hasta dos veces, con sendas ocasiones de Borja Iglesias primero y Iago Aspas después. Sin embargo, sus disparos no estuvieron acertados, ya que el del primero fue bloqueado por la defensa y el del segundo se marchó fuera rozando el palo.

Habría que esperar hasta el minuto 15 para que los locales pudieran disfrutar de su primer tiro a puerta. Fue obra del canterano del Real Madrid Mario Martín, quien remataría con la cabeza desde el borde del área. Sin embargo, aunque el disparo iba con potencia, fue al medio y atrapó con enorme facilidad Vicente Guaita.

Una de las polémicas del partido llegaría en el minuto 27. Un balón al centro del área del Pucela sería disputado por Candela y Alfon, llegando este segundo antes y siendo arrollado con clarividencia por el lateral italiano. Sin embargo, ni el árbitro, ni el VAR vieron infracción en esta acción.

El partido se marcharía al descanso con el empate inicial, aunque con un Celta de Vigo mucho más ambicioso y controlando el balón durante toda la primera mitad. Incluso hubo tramos, sobre todo en los primeros 25 minutos, en los que los pucelanos fueron incapaces de encadenar más de tres pases consecutivos.

La segunda parte cambiaría, brevemente, la tendencia. Pero no sería suficiente para un Pucela que acabaría yéndose de vacío. De nuevo, la polémica sacudiría al partido, ya que en el 53 el colegiado pitó penalti de Karl Hein al trastabillar a Alfon en el área.

Tuvo que ser llamado por el VAR para que lo revisara, ya que el atacante celeste, hoy con equipación oscura, exageró la acción. El árbitro acabó anulando la pena máxima y Alfon se llevó una amarilla por simular.

En el minuto 77 llegó, posiblemente, la ocasión más clara del encuentro hasta el momento. Un buen balón de Chuki al área pequeña del Celta a punto estuvo de ser cazado por Marcos André, que acarició el balón y se marchó muy cerca del poste derecho de Guaita.

Dos minutos más tarde, una nueva polémica se presentó en el partido. Finalmente, acabó por decantar el partido. El VAR llamó al árbitro para revisar una posible mano de Javi Sánchez en el área.

El balón había tocado en el brazo en alto del defensor blanquivioleta una vez le había rebotado previamente en el pecho. Con la duda de la interpretación de si la parte del brazo en la que toca la bola era realmente infracción, el árbitro terminó por pitar penalti. Marcos Alonso transformó la pena máxima con un tiro raso a su derecha, engañando a Hein.

Con pocos minutos ya para reaccionar, ya que la barrera del minuto 80 se había superado, los de Pucela trataron de reaccionar y ya con el marcador en contra mostraron sus mejores minutos.

Álvaro Rubio sacó la artillería arriba, con los cambios de Darwin Machis y Arnu por Candela y Sylla. En el minuto 83, Marcos André pescaría un balón en largo con un gran control y su disparo, desde la frontal, se marchó muy cerca del poste.

En el minuto 91 a punto estuvieron de empatar los locales, con un cabezazo al palo de Chuki tras un buen centro de Darwin Machis. Finalmente, a pesar de los ocho minutos de añadido, el resultado de 0-1 se mantuvo en el marcador.

De esta manera, el Celta se asoma a los puestos europeos, mientras que el Pucela acumula ya 20 derrotas en lo que va de temporada y ahonda más en su crisis deportiva.

Colistas en la clasificación, a 11 puntos de la salvación, a la espera de que jueguen otros rivales, la salvación es ya toda una utopía.