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Zamora

Un benaventano, al mando de los soldados castellanoleoneses en Irak

26 marzo, 2017 14:46

Medio centenar de soldados castellanoleoneses se encuentra en Besmayah (Irak) participando en una operación que combate el terrorismo islámico. Integrantes de distintas unidades, se encuentran instalados en la base 'Gran Capitán' en cuya construcción tuvo mucho que ver el Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11 de Salamanca.

Uno de los castellanoleoneses en esta misión es el capitán Manuel Fernández del Hoyo, que es el responsable de la oficina de comunicación de la 'Task Force' que es como se llama la fuerza multinacional que lidera España dentro de la operación 'Inherent Resolve'.

"Benaventano (Zamora) desde el claustro materno y hasta el día en que muera", el 'dircom' del Ejército español en Irak tiene a su mando un equipo que funciona -salvando las distancias- como "cualquier" gabinete de comunicación de una empresa o corporación y está formado, además del propio capitán, por un suboficial español y dos 'combat camera' del Ejército de los Estados Unidos, según ha declarado a Europa Press.

Además de hacer producción propia de fotografías, vídeos e historias con las que "mostrar", a través de las redes sociales, el "enorme trabajo" que la coalición está llevando a cabo al "ayudar" a Irak en su batalla contra el DAESH, atienden a las "solicitudes" de los medios de comunicación que se interesan por las misiones que desarrollan tanto los soldados españoles como los de las naciones que "operan" con ellos.

"Hacemos seguimiento de todo lo publicado -el famoso media monitoring- y también cuidamos mucho de nuestra gente con un buen plan de comunicación interna en el que se incluye una emisora de RNE desde la que hacemos tres programas de radio a la semana", apunta el alto mando.

Iniciativa de este departamento es, entre otras, el 'Mannequin Challenge' de Besmayah que se puede ver en los canales que tiene el Estado Mayor de la Defensa en las diferentes redes sociales y que ha contado con una gran aceptación.

Fernández del Hoyo, que regresará con la quinta rotación a finales de mayo, es doctor en Ciencias de la Documentación, licenciado en Ciencias de la Información, en Derecho, en Ciencias Políticas, diploma en Derechos Fundamentales y especialista en Comunicación de la Defensa.

Además, habla inglés francés, italiano y árabe. Cuando regrese a España volverá a su actual cargo como jefe de Comunicación del Estado Mayor de la Guardia Real.

El capitán explica que en la Base Gran Capitán conviven cerca de medio centenar de castellanoleoneses que proceden de la Agrupación Logística de Valladolid, y algunos oficiales y suboficiales que aun destinados en Melilla, Baleares, o Madrid, son castellanoleoneses de "pura cepa".

Sin embargo, el núcleo más importante, en estos momentos, lo protagonizan los soldados del Mando de Ingenieros y del Regimiento de Especialidades de Ingenieros 11 (Salamanca), que están de forma "eventual" desde octubre para "ampliar" la base.

Un recinto que se ha ido regenerando desde febrero de 2015. En su construcción jugó un papel muy importante la unidad salmantina. De hecho, 67 de los 70 soldados desplazados ese año para esta misión pertenecían a este mando. Se trataba de un personal que, según reconocen desde el Ministerio de Defensa, atesoraba una "dilatada experiencia" en misiones internacionales con capacidades para "redactar" y "controlar" los proyectos de obra, incluyendo el "control" de trabajos y dirección técnica de empresas y trabajadores civiles, y también, la "ejecución" de trabajos de construcción, instalaciones de fontanería y saneamiento, o instalaciones eléctricas.

EXTENSIÓN

Situada a unos 40 kilómetros al este de Bagdad y situada en el interior de una importante zona de adiestramiento militar, se encuentra anexa a la dirección del campo de maniobras, en las cercanías del área de vida y adiestramiento del personal a instruir, según han explicado fuentes de Defensa.

En principio la base española está situada en una "zona segura" en la que, para acceder a ella, hay que superar un "gran número" de controles, 'check point', y vigilancias de zona, cuyo propósito es el de "disuadir", "detectar" y "dificultar", en lo posible, la "infiltración" y el "avance" hasta el área de habitabilidad de cualquier "elemento hostil".

No obstante, la construcción de instalaciones de seguridad y de protección del personal, ocuparon el 85 por ciento del tiempo de trabajo del equipo de Ingenieros y de los recursos invertidos en sus orígenes, insisten las mismas fuentes consultadas por Europa Press.

Entre esas medidas destaca la demarcación de todo el perímetro de las instalaciones españolas con los "famosos 'T walls'", unos bloques de hormigón con una base en forma de 'T' invertida y que, colocados en vertical, miden casi cuatro metros de altura. A esto hay que añadir la instalación de torres de vigilancia, también de hormigón, distribuidas por todo el contorno.

También, en el interior del recinto, los 'T walls" delimitan las diferentes zonas y compartimentan los espacios dando protección a cada edificio, construcción o habitáculo de campaña.

Además, repartidos por toda la base, los refugios para personal, fabricados con hormigón armado, y planificados para aguantar un eventual ataque con granadas o morteros, completan las instalaciones destinadas a proporcionar seguridad a los soldados españoles, remarcan las mismas fuentes.

UNIDAD DE PROTECCIÓN

Para generar esa atmósfera y para salvaguardar también la base, el contingente español cuenta con una Unidad de Protección que se encarga de proporcionar ese "clima de seguridad" en cualquier acción que se lleve a cabo, ya sea esta de "carácter operativo" o "logístico", insiste el capitán Fernández del Hoyo.

Además, para proveer de todos los apoyos que una fuerza de estas características necesita -mantenimiento de vehículos, equipos y armamento, suministros, soporte sanitario, veterinario, farmacia, entre otras.- el contingente español integra una Unidad Logística y también una Unidad de Apoyo a la Base que se encarga cuestiones "tan vitales" para la vida diaria como las aguadas, la limpieza de las zonas comunes o las reparaciones a pequeña escala.

La fuerza se completa con otras unidades fundamentales como las de transmisiones, las de apoyo a los movimientos aéreos o las de Policía Militar, sin ánimo de ser exhaustivos.

El objetivo es "mejorar" las capacidades de las unidades, bien policiales, bien militares que las autoridades iraquíes consideran que deben "iniciar" o "perfeccionar" su adiestramiento para combatir al DAESH.