Las cenizas del insigne flamencólogo José Blas Vega ya no están en el patio del Ayuntamiento de Morales del Vino, donde reposaban por su expreso deseo desde el pasado 1 de diciembre de 2012. Poco más de cuatro años después, las cenizas han viajado, esta vez quizá de forma definitiva, al cementerio de Carabanchel (Madrid), después de que su familia viniera el lunes a por ellas a la localidad zamorana, tras haber recibido su viuda una carta del consistorio moralino instándole a la retirada de los restos mortales, atendiendo a las recomendaciones del Papa Francisco y a la normativa regional. Según el Ayuntamiento, no hay constancia de ningún acuerdo del Pleno que autorizara que las cenizas del flamencólogo reposaran en la plaza que lleva su nombre, que además es parque municipal.

Hoy, la Peña Flamenca ‘Amigos del Cante’ denunciaba la pérdida moral que ocasiona este traslado, que contraviene la última voluntad de José Blas Vega de reposar en Morales del Vino, otrora sede de un importante Festival Flamenco de fama nacional, donde se han dado cita las mejores figuras de este arte de los últimos tiempos. Un santuario del flamenco del que ya no queda nada.

Para ‘Amigos del Cante’ el traslado de las cenizas de José Blas Vega supone un duro golpe para esta figura tan admirada, a la que anualmente dedica el Festival de Flamenco en la ciudad de Zamora.