Tras un gran inicio ayer de la decimoquinta edición del Festival Pórtico de Zamora con Musica Alchemica y la brillante interpretación de esta mañana de uno de los mejores violonchelistas del país, Adolfo Gutiérrez Arenas, con el programa 'Bach&Britten', una combinación y mezcla del genio alemán con un desconocido, llegaba el mayor aliciente del Festival Pórtico de este año, L'Arpeggiata.

L'Arpeggiata, un grupo internacional de sobra conocido y con un gran prestigio a sus espaldas por su forma de entender la música antigua y después interpretarla, era el plato fuerte de esta edición del Pórtico y no defraudó. Una larga cola minutos antes del comienzo atestiguaban la relevancia y buena acogida del público a este grupo. Y así fue.

Con un programa bajo el título de 'Ciaconas y Bergamescas', L'Arpeggiata tiene como base las improvisaciones instrumentales, un un enfoque diferente en la forma de cantar -influenciada por la música tradicional-, y la creación de espectáculos escenificados y atractivos para el gran público, que no pasó inadvertido en la capital.

Así, este excepcional conjunto dirigido por Christina Pluhar e integrado por algunos de los mejores solistas de la actualidad, colaborando igualmente con magníficos y reconocidos cantantes, tanto de la música barroca como de la tradicional, revivió en la maravillosa iglesia de San Cipriano un repertorio casi desconocido en la actualidad, partiendo de los comienzos del siglo XVII que desató los aplausos de todos los presentes.

Por la noche cerrará esta segunda jornada la música de Dialogos Ensemble y mañana pondrá el broche de oro al Festival del Pórtico, 'Quince' Al Ayre Español, dirigido por Eduardo López-Banzo.