Cáritas Zamora atendió el pasado año 2016 a un total de 12.963 personas, una cifra que para una Diócesis conformada por 150.000 personas supone "que estamos en el vagón de cola", tal y como ha destacado hoy el delegado de esta ONG en la provincia, Antonio Jesús Martín de Lera.

Y es que aunque los datos han mejorado sensiblemente, "la crisis sigue", y "en Zamora los datos son mucho más preocupantes". Así lo revelan las cifras del paro, que en la provincia se disparan con respecto a la media nacional, así como el resto de indicadores de la pobreza y de exclusión social. "Seguramente tardaremos mucho más en recuperarnos", ha añadido".

Del total de personas atendidas, 8.168 se han dirigido a Cáritas para cubrir necesidades básicas, "desde alimentos hasta pagar alguna factura de alquiler o agua y hacer frente a los gastos de farmacia o de productos infantiles". Prueba de ello son las 970 personas que han pasado, o viven permanentemente, por la casa de acogida Madre Bonifacia.

El pasado año Cáritas ha continuado apostando por los colectivos más desfavorecidos, con una especial implicación en el empleo. En este sentido, sus programas de formación han atendido a 626 personas, 120 de las cuales han encontrado un trabajo.

Otro de los problemas más preocupantes para la delegación zamorana es la que se deriva de tener una población cada vez más envejecida. "Hay muchos mayores con pensiones muy bajas y con un serio riesgo de exclusión, debido a su precaria situación, sobre todo en el medio rural", ha avisado Martín de Lera.

Por último, el delegado de Cáritas ha agradecido "la gran labor" que desarrollan los voluntarios que trabajan en esta institución. Se trata de 803 zamoranos, a cuyo trabajo hay que sumar el que realizan cada día los 299 trabajadores contratados. "Nuestro activo humano es lo que más importante", ha resaltado.