El silencio envuelve a la ciudad de Benavente
Como cada Miércoles Santo, el corazón y el alma de la ciudad de Benavente se volvió a sobrecoger con el silencio. Un misterio penetrante, intimo, profundo y desgarrador durante la procesión, una de las más fervorosas y apreciadas en la ciudad, realizada por la cofradía del Santísimo Cristo de la Salud, y que este año cumple su 75 aniversario.
El ritual religioso comenzó, a las 20:00 horas, en la iglesia del Carmen de Renueva con la homilía oficiada por el sacerdote de la parroquia, Tomás Calero Aparicio, en la que se conmemoró tercer día de Triduo al Santísimo Cristo de La Salud que dio paso al sobrecogedor juramento del silencio por parte de los cofrades en el altar mayor donde además el hermano mayor,Juan Santiago Moro, ofreció a modo de ofrenda un juramento con motivo de los 75 años de la creación de la hermandad que fundaron 23 jóvenes y el párroco Arturo Roldán en 1943.
A la conclusión del compromiso de silencio, comenzó una procesión marcada en su inicio por los acordes del himno nacional a cargo de la banda de música Maestro Luppi que anunciaron su salida a las calles de la ciudad así como por el ritmo lento de los pasos y la atmosfera envolvente de una ausencia de sonidos que encogía el alma a través de la emoción.
La imagen del Santísimo Cristo de la Salud,que centro el ritual religioso, es una talla del siglo XVI de autoría anónima que refleja el naturalismo gótico en diversos detalles como el paño de pureza, la boca o el perizonium. Una talla de fue restaurada hace 25 años por Mariano Nieto Pérez.
El desfile fue recorriendo las calles de Benavente hacia la Plaza Mayor donde los cofrades, ataviados con una túnica blanca y caperuza rojo, fueron iluminando con sus hachones el paso de la comitiva que era acompañada los acordes de la banda de música local que añadía más emoción a la procesión.
La comitiva la encabezó los clavos y la corona de espinas que portaban en unas urnas integrantes de la hermandad el pebetero de metal bañado en plata, que con el paso del tiempo se ha convertido en una de las señas de identidad de la Cofradía del Silencio, y la imagen del Flagelado.
A su llegada al centro neurálgico de la ciudad, la Plaza Mayor, el coro de la parroquia de la Virgen del Carmen cantó el himno del Cristo de la Salud que dio paso al regreso al templo de origen con el que se cerró los actos del Miércoles Santo en la
ciudad.
En otro orden de cosas, la cofradía del Silencio, que celebra este año su 75 aniversario tras ser fundada por 24 hermanos en 1943, es una de las hermandades más arraigadas de Benavente y que para conmemorar tan señalada fecha ha celebrado diversos actos musicales y culturales antes del inicio de la pasión como pone de manifiesto el libro "El Silencio, obra del profesor Julio de Vega Vicente.
Con el paso del Miércoles al Jueves Santo, la ciudad de Benavente entra en los actos centrales de su pasión con la muerte y resurrección de Cristo en una de las Semana Santa que despierta en el vecino de la ciudad y los visitantes un recorrido de emociones que van desde el dolor al jubilo pero siempre marcada por la devoción que transmite este rito religioso en Benavente.