CCRL lamenta “la crisis poblacional que padece el Reino de León"
El Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL) ha emitido un comunicado tras los datos estadísticos publicados el INE en relación a los nacimientos y defunciones a nivel nacional en el que lamenta que “La Región Leonesa se encuentra en un estado crítico, de difícil retorno, siendo año tras año la región que arroja los peores datos en los diversos índices socioeconómicos”.
En este sentido explican desde CCRL, “si hace unos meses, al hacerse público el padrón de 2017, de él se desprendía que el Reino de León era la única región española con un descenso de población superior al 1% respecto al año anterior, ahora los datos sobre número de nacimientos y muertes, y con ello, de crecimiento vegetativo, sitúan nuevamente al País Leonés como la región con peor evolución de España”.
Así, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en el conjunto regional conformado por Salamanca, Zamora y León ha habido 5.559 nacimientos, frente a 13.121 fallecimientos, lo que arroja un saldo o crecimiento vegetativo de -7.562, que cruzado por la población se concreta en un -7’72 ‰, siendo por ello el del antiguo Reino de León el peor dato de crecimiento vegetativo de toda España en 2017.
Del mismo modo, la tasa de nacimientos de la Región Leonesa también “es la peor de toda España, con un 5’68 ‰, fruto sin duda de la emigración al exterior de miles de jóvenes de Salamanca, Zamora y León, que al irse a trabajar fuera del País Leonés acaban teniendo en otros territorios su descendencia”.
Estos hechos afectarían también “al nivel de fallecimientos acaecidos en proporción a la población (dado que al emigrar la juventud se da una mayor proporción de ancianos en la sociedad leonesa), siendo la tasa de fallecimientos de un 13’40 ‰ en la Región Leonesa, el peor dato de toda España”.
Por otro lado, estos datos se sumarían “al brusco descenso poblacional sufrido por Salamanca, Zamora y León desde su inserción en la comunidad autónoma de Castilla y León. De hecho, si se toma como base el dato de población de 1 de enero de 1983 (el último antes de crearse la comunidad de Castilla y León), de forma comparada con los datos provisionales del INE de 1 de enero de 2018, el resultado arroja que la Región Leonesa ha perdido unos 150.000 habitantes desde su unión con Castilla, siendo claramente el peor dato de España en evolución demográfica en periodo autonómico, tanto en términos absolutos como porcentuales”.
Asimismo, la acentuadísima pérdida de población de la Región Leonesa dentro de la autonomía de Castilla y León, “ha derivado en que el País Leonés se ha convertido en la única región de España que cuenta con menos habitantes que en 1900” explican desde la formación.
Este hecho pone en evidencia para el Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL) que “a la Región Leonesa le está perjudicando no poder manejar sus recursos mediante una comunidad autónoma integrada exclusivamente por las provincias de Salamanca, Zamora y León”. Una hipotética autonomía leonesa que para el CCRL es “plenamente constitucional, ya que al ser oficialmente una región al aprobarse la Constitución, nos asiste el derecho a la autonomía que se le reconoce a las regiones”.
Los leonesistas consideran que “la sociedad de Salamanca, Zamora y León debe empezar a reaccionar y a luchar por su tierra y por una autonomía propia, pues estas décadas ya nos han mostrado que compartiendo autonomía con Castilla solo podemos esperar seguir este camino suicida de autodestrucción”.
Por ello, desde el CCRL estiman que “la autonomía más que un capricho es una necesidad para abrir una ventana de esperanza y posibilidades de futuro para las tres provincias leonesas”. En este sentido, sentencian de forma tajante, “que se repartan los funcionarios entre las dos regiones de la autonomía, que se eliminen las fundaciones y los altos cargos innecesarios, y aquí paz y después gloria”.
Finalmente, respecto a si la separación de León y Castilla podría conllevar algún tipo de inquina entre dichos territorios, desde dicho colectivo señalan que “no debería, y seguramente acabásemos queriéndonos más como vecinos, especialmente con Valladolid. Y es que, yo puedo tener una alta estima por mi vecino, pero una cosa es que le aprecie o pueda hacer planes conjuntos con él, y otra muy distinta que me administre mi salario y decida qué me da y qué no del mismo. Algo similar ocurriría entre León y Castilla”.