Los más pequeños ya disfrutan de un parque renovado
En el día de ayer se puso al uso la mitad del nuevo parque infantil de La Mota, de tal forma, que desde hoy mismo los más pequeños podrán disfrutar de un nuevo parque con juegos adaptados a todas las edades y con todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar la máxima diversión de los niños y la tranquilidad de los padres. La puesta en marcha del resto del parque está prevista que se produzca en los próximos días, una vez se hayan colocado las baldosas de caucho en el suelo del parque, siempre que las condiciones climatológicas permitan llevar a cabo estas labores.
La actuación llevada a cabo ha supuesto la renovación de todos los elementos infantiles por mobiliario infantil antivandálico en una actuación que ha supuesto una inversión cercana a los 57.000 euros. Tras la reforma efectuada el nuevo espacio cuenta con distintas, desde las más tradicionales como columpios hasta las últimas novedades tales como multijuegos.
La inversión total del pasado año 2018 para la adquisición de nuevos elementos antivandálicos y material diverso para parques infantiles ascendió a la cantidad total de 85.000 euros. Para este año 2019 está prevista la adquisición de nuevos juegos infantiles de iguales características por un importe de 40.000 euros.
Gracias a la adquisición de juegos y elementos infantiles efectuada entre el pasado año y este en las próximas semanas se acometerá la renovación y sustitución de elementos en distintos parques de la ciudad como son los parques de Santa Clara, Maragatos-Malvinas, Honduras, San Isidro, Federico Silva, la Plaza del Carmen y el Prado de las Pavas, con el fin de que los más pequeños puedan disponer de nuevos juegos seguros antes de la llegada del periodo estival.
Desde el Ayuntamiento han reiterado su compromiso con la seguridad de los más pequeños de la ciudad, y por ello también en las próximas semanas se instalarán cámaras de videovigilancia en distintos parques infantiles de la ciudad con el fin de evitar, perseguir y castigar los destrozos del mobiliario urbano destinado a los niños de la ciudad sobre los que algunos incívicos vienen realizando actos vandálicos en los últimos tiempos, dando así respuesta a una necesidad de protección consecuencia del gamberrismo de la peor clase posible, que no es otro que aquel dirigido a poner en riesgo la seguridad y lastimar a los más pequeños de la ciudad.