La Catedral acogió durante la tarde de ayer el rito de entrada de los nuevos hermanos de la Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús de Luz y Vida, con una catequesis previa a la incorporación a la Hermandad, para después imponer los medallones a los que ahora ya son parte de la Hermandad.

Los nuevos integrantes se mostraron algo nerviosos, pero sobre todo emocionados, en un acto que concluyó con un besapiés a la imagen de Nuestro Señor Jesús de Luz y Vida.