La lluvia no impidió que cientos de jóvenes se concentraran en San Martín esta madrugada en el siempre polémico botellón del Jueves Santo, pero sí hizo que debido a la misma los jóvenes que acudieron al lugar se refugiaran en recintos de edificios de la zona para evitar mojarse.
La reacción de los vecinos ha sido instantánea y muchos ya se quejaban de madrugada de la situación que volvían a sufrir con jóvenes gritando, bebiendo, dando patadas a los garajes y llenando los alrededores de basura.
Además, algunos señalaban que les parecía “increíble” que tengan que vivir esta situación todos los años e invitaban a los responsables de que se mantenga el botellón en la zona a “que se den una vuelta por el barrio y lo vean”.