Así ha sido el programa 'Wild Frank' grabado en la provincia de Zamora
Dmax emitía este domingo el programa de 'Wild Frank' sobre la problemática del lobo en España con la provincia zamorana como protagonista. El televisivo animalista, Frank Cuesta visita el Centro de Interpretación del Lobo Ibérico de Robledo en Sanabria y varias localidades de la provincia para recopilar ambas perspectivas sobre la convivencia entre lobos y humanos.
El reportaje da comienzo con el recorrido de Frank de la Jungla por el Centro de Interpretación del Lobo Ibérico de Sanabria. El herpectólogo es recibido por uno de los responsables del lugar, al cual le pregunta si se deben o no cazar estos animales. Este le explica que si el número de especímenes sigue aumentando va a llegar un momento en el que "no cabrían más lobos en la Sierra de la Culebra". A lo que también añadía que con este aumento "los ganaderos se van a ver en una situación de indefensión y se van a sentir acorralados".
Después el biólogo del Centro y cuidador de los lobos en el lugar, Carlos Sanz le explica al presentador cómo se trabaja y de qué forma se muestra al lobo a los visitantes del Centro. Sanz reconoce que "queremos que vean el lobo de la forma más natural posible, pero a una distancia que en libertad seria imposible". Frank ve como los cuidadores del Centro del Lobo alimentan a los canes como se suele hacer en las exhibiciones y le relatan las características físicas y de comportamiento de los lobos.
Según va avanzando el programa, Frank se desplaza hacía una granja ganadera de la provincia de Zamora. Allí el ganadero, Daniel García le explica que su forma de trabajar es de forma extensiva, es decir, que sus vacas pastan de forma libre en un terreno acotado. El zamorano narra ante la cámara que los lobos son los responsables del 30 ataques a sus reses en el último año, solo en su ganadería, mostrándole las fotografías de los sucesos para que compruebe la letalidad de estos canes. Cuando el Frank pregunta al ganadero que se puede hacer para controlar estos ataques este le responde "hay que matar y dejar a los justos".
Tras esa primera visita a una explotación ganadera, el presentador se desplaza hasta otra granja en Cernadillo (Sanabria) donde su dueña le explica que sus perros tienen que llevar collares de pinchos para protegerles de los ataques de lobos mientras cuidan del ganado. El propio presentador explica que "se utilizan mastines por su tamaño, porque imponen y los pueden llegar a asustar".
La ganadera explica ante las cámaras que "las administraciones no se están ocupando de esta problemática y hasta que los lobos no comiencen a atacar a las personas no van a reaccionar". "Quieren arreglar la ganadería desde un despacho, pero hay que venir a la zona para verlo", sentencia.
A continuación, Frank Cuesta visita a la hija del famoso estudioso de la naturaleza, Félix Rodríguez de la Fuente, Odile. En su propia casa, la mujer le relata brevemente la trayectoria de su padre, su contribución al estudio y divulgación de la naturaleza, y la pasión que este profesaba a los lobos. Durante la propia entrevista, Odile reconocía, al ser preguntada por la problemática entre ganaderos y lobos, que "a mi me duele en el alma si hay que matar un lobo, pero en necesario controlarlos porque sino van a terminar con el último hilo que nos une a la naturaleza que son los ganaderos".
El reportaje prosigue con la visita de Frank a otros puntos de España donde también afecta los ataques de los lobos y existen santuarios para su protección.
En el ecuador del programa, el herpetólogo regresa a la provincia de Zamora para atender la llamada de Toñin Alonso, un ganadero de Cabañas de Sayago que le reclama en su granja porque acaba de sufrir un ataque de lobo. El zamorano le explica que han matado a un ternero, algo habitual en la zona.
Frank le pregunta entonces cuál es procedimiento a seguir a lo que el ganadero le explica que "antes las reses que se morían teníamos un espacio en medio del monte para dejarlas allí y que los lobos se las comieran. Era un método muy efectivo para que no se acercaran a nuestras vacas. Pero ahora tengo que llamar a Zamora para que vengan a analizar el animal atacado y que se lo lleve un servicio de recogida". El sayagués le explica además al presentador que "pasarán meses" hasta que las administraciones y el seguro le abonen el valor económico de este animal perdido.
Para consultar el otro lado de la problemática, es decir, los detractores de la caza del lobo como método del control. El leonés se desplaza hasta la capital de España para reunirse con los responsables del 'Observatorio del Lobo', que dan al presentador una visión bien distinta de lo recogido en Zamora.
Dichos expertos acusan a la Junta de Castilla y León de triplicar el número de lobos contabilizados en la zona, "porque dentro de la propia administración hay cazadores y personas interesadas económicamente por su practica". Unas duras acusaciones hacia la administración de la Comunidad que complementan afirmando que "los poderes públicos han decidido echarse a un lado y dejar que los ganaderos solucionen por su cuenta el problema, creando esta problemática".
El programa llega a su fin con el propio Frank Cuesta logrando ver en plena Sierra de la Culebra un ejemplar de lobo ibérico en completa libertad. Un hecho muy insólito y que el propio presentador celebra posteriormente asombrado.