Desde el año 1984, cuando se instaló en el Bosque de Valorio una escultura en recuerdo del gran divulgador y defensor de la naturaleza Félix Rodríguez de la Fuente, junto a un gran estanque de agua, se han realizado actuaciones puntuales de mantenimiento y pequeñas reparaciones (ampliación del vaso, retirada de vegetación, reparación del desagüe, sistema de llenado, etc) pero nunca se ha llevado a cabo una intervención global que permita la resolución definitiva de los problemas de estanqueidad que viene acarreando desde el principio y el envejecimiento de los materiales utilizados.
El Ayuntamiento de Zamora, a través de la Concejalía de Medio Ambiente acomete ahora esa actuación que permitirá solucionar los problemas del vaso, como la estanqueidad, el control de nivel o el vaciado, al tiempo que se aprovechará para poner en valor la escultura central del estanque e instalar un sistema de recirculación de agua que permita su oxigenación natural con eventual tratamiento de desinfección de modo que no haya que renovar la totalidad del agua de forma periódica con el consiguiente ahorro de agua potable. Las obras han comenzado ya con el fin de que estén concluidas a lo largo de este verano, con un presupuesto de inversión de 96.799,75 euros.
El principal objetivo de la actuación es la puesta en valor de la escultura en homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, lo cual implica que el estanque debe tener agua de forma continua, y para ello lo primero y más necesario es evitar las filtraciones. Con este propósito se procederá a la retirada de todas las arbustivas que rodean la escultura y la eliminación de la “isla” actual de modo que la escultura quede exenta sin nada que la rodee de modo que adquiera la importancia que le confiere ser el centro de la actuación.
Como alternativa se construirá una peana circular de hormigón que la mantenga en la posición actual de modo que no sea preciso moverla durante la intervención, preservando así su integridad. Se eliminará también a otra “isla” existente con un pino que, de alguna manera, se encuentra confinado de modo que su crecimiento está limitado por el hormigón de la solera, que tiende a romper con sus raíces, y ello impide que se desarrolle convenientemente. En su lugar se instalará un surtidos con una tobera o "nube de pulverización" que conferirá al estanque cierto dinamismo y frescura al entorno.
Para solventar el problema de la estanqueidad es necesaria una actuación global en toda su superficie y también en el contorno, por lo que se llevará a cabo una limpieza y la reparación integral de la solera y los bordes laterales, para eliminar totalmente las fisuras por las que pierde agua. Se creará un nuevo borde mediante un pequeño muro de fábrica en todo el contorno que aísle el vaso del resto del terreno y posteriormente se aplicará una capa de impermeabilización a base de poliurea en toda la superficie del estanque.
Llenado y recirculación del agua
En la actualidad el estanque dispone solamente de una acometida de abastecimiento para el llenado del mismo, que tiene que hacerse de forma manual por un operario del Servicio de Parques y Jardines, lo que le obliga a estar pendiente del cierre de la válvula de llenado para que el estanque no se desborde. Algo que no será necesario después de la acometida de las obras con la instalación de un sistema de llenado automático mediante una boya de nivel y una electroválvula que actúe sobre la acometida de abastecimiento. Por otra parte el aliviadero del estanque vierte hacia el bosque sin un punto concreto, por lo que se construirá un desagüe que conecte el fondo del estanque y el aliviadero con el colector de saneamiento que discurre próximo por el paseo principal del bosque.
Y con el fin de ahorrar agua sin renunciar al decoro que siempre representa una fuente, se prevé la construcción de un sistema de recirculación de agua con oxigenación mediante la caída a través de una rocalla, con la posibilidad de un eventual tratamiento de desinfección. Para ello se ha previsto la construcción en el extremo Oeste del estanque de una pequeña caseta que albergue los armarios de mando y control y una bomba de recirculación con sistema de desinfección. La rocalla se situará hacia el estanque y en la parte superior de la misma se construirá un rebosadero desde el cual se vierta el agua a la rocalla.
Se trata sin duda de una actuación necesaria y largamente demandada por los paseantes y habituales usuarios del bosque de Valorio, que contribuirá a la mejora necesaria del entorno, al tiempo que se recupera el decoro y la puesta en valor de la escultura en honor y memoria del que fuera posiblemente el mayor impulsor del amor y el respeto a la naturaleza, Félix Rodríguez de la Fuente.