La plaza de la Catedral de Zamora caía a los pies de la gran Soledad Luna, el máximo exponente de la copla en Zamora. La cantante ofrecía un exquisito concierto de música española, su gran fuerte, ante una plaza abarrotada y entregada a su inigualable voz y su gran sentido del humor.
La polifacética interprete deleitaba al respetable con un variado repertorio de música española, de raza, de la que sale de lo más hondo. Por supuesto, no faltaron temas de su idolatada Marifé de Triana y otros grandes de la copla. De hecho, la cantante comenzaba su recital con el clásico de Rocío Jurado 'Viva el pasodoble', tema del que la zamorana comentaba como broma que "es una canción muy aburrida, pero que levanta los pies para bailar". Y es que, a parte de ser una magistral cantante, Soledad Luna tiene eso que no se estudia, gracia y salero sobre el escenario. Por ello, durante el concierto, levantó más de una carcajada entre el abarrotado público que se encontraba en la plaza.
Su personal interpretación de pasodobles y malagueñas, en esta calurosa noche zamorana, dejaron al público boquiabierto porque, aunque Zamora sea escenario habitual de Soledad, siempre es imponente ver su destreza vocal y garra sobre el escenario.