El Ayuntamiento de Zamora ha inaugurado esta mañana las cinco barcas de madera que pone a disposición del público para navegar por el Duero desde el embarcadero construido 'ad hoc' a los pies de las aceñas de Olivares.

En la inauguración han estado el alcalde de Zamora, Francisco Guarido; Christoph Strieder, concejal de Comercio y Turismo, así como el arquitecto de las embarcaciones, Pedro Lucas; Paco, el carpintero del embarcadero y Carlos, el enlace con el astillero de Finisterre que ha construido las barcas, tres de ellas de paseo.

Las barcas estarán disponibles al publico en el horario de apertura de las aceñas de forma gratuita, y podrán ser utilizadas entre hora y hora y media, dependiendo de la demanda que haya en ese momento. Los usuarios deberán firmar una declaración responsable, en la que aclaran que saben "más o menos manejar los barcos", ha apuntado Strieder, que no han ingerido alcohol y que no verterán líquidos al río.

Cada una de las barcas está matriculada, y como tal cuenta con un seguro de responsabilidad civil. Además, los usuarios dispondrá de chalecos salvavidas que podrán ponerse a elección.

Escuela de vela

Esta nueva atracción forma parte del proyecto de revitalización integral del río Duero a su paso por Zamora, que contará hasta finales de año con la puesta en marcha de varios proyectos, como la finalización de la restauración de las aceñas de Cabañales, la construcción de la primera parte del paseo de Carrascal a Zamora y la construcción de un embarcadero en Carrascal, "el comienzo de una futura pequeña escuela de vela".

Además, en las aceñas de Olivares habrá una exposición sobre la generación de energía hidráulica y las aceñas de Zamora, "con la mirada puesta en Portugal".

Todo ello forma parte de una estrategia para revitalizar la zona y promover el turismo, para que el visitante que cruza el puente medieval "no se dé media vuelta, sino que encuentra esta oferta de naturaleza a orillas del Duero".

Como anteriores veranos, también entra en funcionamiento la barcaza que atraviesa el Duero hasta la playa de Los Pelambres, en cuya orilla ha registrado algunos problemas para desembarcar, puesto que el nivel del agua está más bajo que en anteriores estíos. El martes intervino una máquina de dragados que ha vertido un camión de arena y ha nivelado el fondo para el correcto amarre de la barcaza.