El pasado viernes 26 se ponía fin a la segunda quincena de las dos que se han venido desarrollando durante el mes de julio en el Polideportivo Municipal Raquel Álvarez Polo de Toro, dentro del I Campus de Verano Vino de Toro Caja Rural, en el que niños y niñas en edades comprendidas entre los 5 y los 13, han tenido la oportunidad de convertirse en auténticos atletas durante los veinte días que ha durado la actividad.
Pero además de las disciplinas atléticas desde las vallas y la marcha hasta los lanzamientos y los saltos de altura, triple, disco, peso, entre otros, los niños participantes pudieron probar otros deportes como el piragüismo, gracias a la colaboración del Club Cinco Pilares de Toro.
Entre las actividades culturales planteadas por la entidad toresana, no podía faltar la visita a distintas bodegas de la Denominación de Origen Toro, como Liberalia y Monte la Reina, además de la Bodega Histórica del Vino de Toro, y la visita a la Quesería Chillón.
El Campus Urbano que se desarrolló en horario de mañana, de 10 a 14 horas, contó a su vez con el servicio de madrugadores y del “Autobús Ecológico” en el que los monitores recogieron día tras día a los niños de camino al lugar de realización de la actividad. Además, esta primera edición contó también con el formato bilingüe que tuvo también una gran aceptación entre las familias.
Amparado por sus patrocinadores, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro y Caja Rural de Zamora, y con la colaboración del Ayuntamiento de Toro, el club toresano quiso agradecer a todos ellos su implicación para el buen desarrollo de la actividad.
Además, el Campus contó como embajadoras de honor para esta primera edición a la fisioterapeuta Sara Morillo Gallego que impartió varios talleres de salud y bienestar, y a la Campeona de España de salto de altura Raquel Álvarez Polo que acercó la disciplina a los más pequeños y a su vez presentó el atletismo como forma de vida en tanto a los valores que este enseña y que tienen su transferencia directa a la misma: la superación personal, el trabajo y el sacrificio.
El proyecto, que surgió de la idea de acercar a los más pequeños un deporte con tanta historia y tanto que ofrecer a niños y jóvenes, tanto a nivel motor, como psicosocial, como es el atletismo, sirvió también a las familias de apoyo a la hora de ocupar a sus hijos durante las mañanas del mes de julio, y hacerlo además de una forma pedagógico-lúdica, sin perder nunca su esencia.
Desde la entidad deportiva agradecieron a las familias todo el apoyo y cariño recibido y se mostraron más que satisfechos con un proyecto que partía como una toma de contacto y que terminó convirtiéndose en un completo éxito.