El administrador diocesano de Zamora, José-Francisco Matías Sampedro, ha dado a conocer el procedimiento a seguir para el nombramiento de un nuevo obispo de Zamora, advirtiendo que no hay plazos estimados y se puede “alargar en el tiempo”, así como ha anunciado los retos a seguir en este tiempo de incertidumbre para algunos.
Matías ha resaltado que el procedimiento que se ha seguido eligiendo administrador diocesano se ha dado “con mucha frecuencia” en los últimos tiempos y su nombramiento ha venido dado por las exigencias del derecho, advirtiendo asimismo que hay otras 5 o 6 diócesis en España en la misma situación.
En este sentido, al haber nuevo nuncio, este tiene que rematar los trabajos iniciados y no vendrá a España por lo menos hasta el 1 de diciembre. La nuncia tendrá que elaborar una terna y enviarla a Roma, donde se decidirá si alguno de los candidatos será el obispo de Zamora o se elabora una nueva terna.
El administrador diocesano ha incidido en que es un procedo lento pero “espero que no se prolongue mucho, la sucesión apostólica es muy importante en la vida de la iglesia”.
PROCEDIMIENTO DE SUSTITUCION DE UN OBISPO FALLECIDO
Comunicación del fallecimiento a la Nunciatura Apostólica en Madrid, al Obispo Metropolitano de la Provincia Eclesiástica (Valladolid) a la que pertenece Zamora y al Secretario de la Conferencia Episcopal Española (Mons. Luis Argüello, Obispo auxiliar de Valladolid).
La Nunciatura comunica a Roma que será quién decida. Las dos posibilidades son el nombramiento de un Administrador Apostólico (Obispo) o que sea el Colegio de Consultores de la Diócesis quién elija un Administrador Diocesano.
La Nunciatura comunica el mismo día del funeral, a través de Mons Michael-F Crotty (Encargado del negociado, al no haber nuncio, por cumplimiento de la edad del anterior) que sea el Colegio quién decida.
El Colegio se reúne el martes, día 24 y, en primera votación sale elegido José-Francisco Matías Sampedro y acepta el cargo.
A partir de ese momento, se comunica a la Nunciatura Apostólica, al Metropolitano y al Secretario de la Conferencia Episcopal Española.
RETOS DE LA IGLESIA EN ZAMORA
Matías Sampedro ha dado a conocer los retos en la iglesia de Zamora ante esta nueva etapa hasta que haya obispo, y aunque son muchos, ha querido incidir en cuatro:
- Conservar el fuerte sentimiento religioso de nuestras gentes, la vivencia de lo religioso tiene mucho que decir en nuestra sociedad zamorana: celebraciones dominicales (celebrantes de la palabra) catequesis bien organizada, una Cáritas con una gran amplitud de programas y respuestas a tantas situaciones de necesidad (mundo de los excluidos, de los tocados por la marginación de los ancianos,..) las cofradías y hermandades, el patrimonio cultural, la presencia de la Iglesia en los lugares más reconditos,... “Esto hay que cuidarlo, hay que potenciarlo y hay que insuflarlo de esperanza, pues corren tiempos recios”.
- Promocionar la corresponsabilidad en la misión y favorecer una mayor participación de los laicos en la vida de la Iglesia. Formación.
- Buscar espacios de encuentro con grupos, movimientos, instituciones que favorezcan una regeneración de la esperanza, una preocupación compartida por la persona y su calidad de vida, un desmontaje de tierra vaciada y gente desesperanzada.
- Y el camino a seguir, llevarlo a cabo con realismo, esperanza compromiso personal y alegría. En la forma de hacer el camino está la felicidad, decía el filósofo Platón.
ANTE ESTA NUEVA ETAPA EN ESPERA DE OBISPO
Port último, Matías Sampedro, ha resaltado que en esta etapa hasta el nombramiento del obispo se busca “normalidad de vida y naturalidad en las relaciones, tanto hacia dentro, como hacia fuera”, así como que “el pasado no sea la referencia, que el presente no lo demos por bueno y que, el futuro, con un nuevo obispo, sea el horizonte hacia donde caminamos con toda la confianza puesta en el Espíritu, que guía a la Iglesia. Que caminemos con serenidad, realismo y mucha esperanza”.