Tirar las socorridas toallitas húmedas por el wáter se ha convertido también en un problema para Zamora, "que lo sufre igualmente", ha reconocido esta mañana el concejal de Urbanismo y Obras, Romualdo Fernández, quien ha explicado que la depuradora de la ciudad "tendría menos carga de trabajo" de no ser por la circulación masiva de estas toallitas desde los desagües de los hogares zamoranos. Recordamos que no son biodegradables, y que por lo tanto se acumulan y obstruyen cañerías y depuradoras, suponiendo un problema de dimensiones millonarias, como ya ha ocurrido en otras capitales españolas, como Valencia, donde el atasco ha costado a las arcas públicas varios millones de euros.

Fernández ha recordado la necesidad de desechar las mismas en la basura y no en el flujo de agua, así como de la necesidad de estar cada vez "más concienciados".