La Asociación de Amigos del Vino de Zamora celebró ayer una nueva cata a través del movimiento Enogastrónomos. Cita ya consolidada a través de la cita mensual que mes tras mes la asociación realiza de manera asidua. Tarde complicada para desplazarse por las carreteras zamoranas, pero aún así nadie quiso perderse tan suculenta cita enogastronómica.
En esta ocasión María Alfonso, propietaria de Finca Volvoreta, hizo las delicias de todos los asistentes, pues expuso su filosofía hacía lo natural y ecológico de la marca que por bandera lleva su referencia vinícola.
Explicaciones sobre cuatro referencias magnificas tanto en fase visual como en fase gustativa. Trabajo digno de admirar el que esta familia lleva realizando durante varias generaciones. Cuatro referencias más una sorpresa presentada por el padre de estos vinos. Antonio ofreció una auténtica joya sacada de lo más profundo de su bodega. Vino realizado hace 15 años sin la adición de ningún tipo de sulfitos para su conservación. “Un verdadero lujo poder degustar semejante manjar cuidado con tanto mimo a lo largo de tantas y tantas generaciones”.
Alrededor de 60 personas pudieron disfrutar de semejantes referencias con un exquisito maridaje de Alberto Alfonso del restaurante merenduero de Zamora, quien de manera discreta hace disfrutar de increíbles atardeceres y noches a orillas del Duero en el Camino de la Aldehuela y cuyo negocio se enfoca también a la celebración de diversos eventos en un paraje natural que muchos desean en la propia capital zamorana.
En esta ocasión realizó degustaciones de la talla como: muhammara (elaboración típica Siria con pimientos de los valles de Benavente, la segunda fue una tortilla de patata morada (cultivadas entre el propio viñedo de Finca Volvoreta de manera ecológica), la tercera elaboración fue un bocado de queso zamorano sobre manzana asada caramelizada al brandy y vainilla. El cuarto y último se hizo llamar pollo ecológico de corral El Espolón con jalea de uva y vino tinto con espuma de annabel (variedad poco conocida de patata), terminando con unas pequeñas trufas como colofón a una tarde gastronómicamente espectacular ya que el tiempo fuera del centro de interpretación del vino no acompañaba.
Alicia dio voz a su proyecto llevado a cabo en Venialbo en la cría de pollo de corral ecológico, un producto auténtico y que en muchas ocasiones necesita de ciertos apoyos para llevarlos adelante. Proyecto que lleva consigo una auténtica implicación de forma diaria antes su cuidado, ,cría, sacrificio, y por si no fuera poco, su distribución. Ellos realizan toda la cadena productiva y de distribución de un producto del que Zamora debe agradecer a esta pareja con tanto afán y tanta ilusión por la calidad tan mimada del producto que miman día tras día.
El movimiento enogastrónomos sigue su andadura por intentar darle voz a pequeños y grandes productos dentro y fuera de la provincia, intentando valorar el verdadero trabajo que existe detrás de tantas y tantas personas que a diario luchan por ese desarrollo tan costoso del medio rural en el cual buscan una forma de vida.
Desde la Asociación de Amigos del Vino de Zamora agradecen la ayuda, colaboración y aceptación que este proyecto “de todos y para todos” está teniendo; invitando a todas aquellas personas que quiera dar voz a su trabajo diario, “pues todos son importantes en la gastronomía y hostelería zamorana”.