Como su propio nombre indica, han llegado sin hacer ruido. El movimiento 'Silencio por la Igualdad' ha realizado su primera acción en Zamora, frente a la Subdelegación del Gobierno, ante la expectación de los paseantes de Santa Clara. Este colectivo saldrá a las calles de la capital el 15 de cada mes, a las 20.00 horas, en media hora de silencio, para "pedir la igualdad, mediante la eliminación de la perspectiva de género en las instituciones, en el poder judicial y en el sistema educativo".
Este nuevo colectivo tiene varias normas y líneas de actuación especificadas en su web oficial https://silencioporlaigualdad.org/. Entre ellas está, por ejemplo, que si alguna persona pregunta están haciendo en el momento que se mantienen en silencio, deben explicar en voz baja que "estamos en silencio por la igualdad", y remitirles a su web oficial u ofrecerle un papel con información de la iniciativa impresa. Una actitud similar con respecto a la prensa, a la que no tienen permitido aceptar entrevistas o ofrecer declaraciones, de lo contrario "no puede formar parte de la iniciativa, y lo que diga no representa a 'Silencio por la Igualdad'". Igualmente rechazan cualquier tipo de violencia y "no responderán a ninguna provocación ni promoverán ninguna confrontación ni conflicto".
Durante las protestas, como la de hoy no portarán carteles, ni símbolos, solo habrá un cartel que se pondrá en frente de todos en silencio, y se encargará de llevarlo el organizador de cada ciudad junto a quien le quiera ayudar, el cartel dirá "SILENCIO POR LA IGUALDAD. NO A LA PERSPECTIVA DE GÉNERO" y la web. Desde la web informan de que "el resto de las reclamaciones políticas no tienen cabida en nuestros eventos".
Manifiesto
Estamos todos aquí reunidos por la pérdida de la igualdad a manos de la perspectiva de género. A partir de su aplicación en el año 2004, la perspectiva de género hizo desaparecer la presunción de inocencia y después siguió destruyendo todo lo que se había conseguido con lágrimas y esfuerzo: un país donde se educaba, se juzgaba y se gestionaba desde las instituciones a todos por igual. Pero desde su origen, la perspectiva de género ha ido imponiendo la desigualdad: ahora, si tienes un sexo diferente te tratan diferente, de la misma manera que en el pasado si tenías un color de piel distinto te trataban distinto. Hemos vuelto al pasado, se terminó la igualdad. La discriminación se ha adueñado de la sociedad y las instituciones.
En los juzgados, las penas por un mismo delito son más duras dependiendo del sexo, aunque el dolor es el mismo para todos.
En las escuelas adoctrinan que el hombre es un maltratador y las mujeres no, aunque hay mujeres condenadas por maltratar a hombres y niños.
En las instituciones dan más ayudas si eres mujer y hacen pruebas de acceso más fáciles, aunque el trabajo sea el mismo que el de los hombres. Piden cuotas para contratar a mujeres y no a hombres, aunque en muchas profesiones la mayoría son mujeres; valoran más el sexo antes que el talento. Piden regalar matrículas solo a mujeres para incentivarlas a estudiar, aunque los hombres son los que menos estudian.
En la custodia de los hijos, se cree que solo la mujer es apta para cuidarlos, aunque los hombres también cuidan a sus hijos.
La perspectiva de género obliga a creer a la mujer y nunca ponerla en duda, convirtiendo al hombre en culpable por ser hombre, hasta que no demuestre lo contrario; esto significa que han eliminado la presunción de inocencia de los hombres.
Por estas razones, pedimos la eliminación de la perspectiva de género en las instituciones, en el sistema educativo y en el poder judicial, para que de esta forma podamos recuperar la igualdad. Pero mientras la perspectiva de género siga discriminando a las personas por su sexo, el día 15 de cada mes, salimos a la calle para guardar 30 minutos de silencio por la igualdad.