El Centro de Estudios Benaventano Ledo del Pozo tiene entre sus manos uno de los documentos más revolucionarios de la historia del Castillo de los Condes de Pimentel. Casi por casualidad y sin haberlo buscado, ha salido a la luz un detallado mapa a escala 1/500 de la planta de la fortificación más importante de la ciudad, y una de las más enigmáticas de la provincia.
Un descubrimiento que permite, por primera vez, calcular la extensión real del Castillo de Benavente y conocer al detalle la distribución de esta desaparecida construcción, de la que solo queda en pie la bella Torre del Caracol, declarada Bien de Interés Cultural en 1931 y donde actualmente se asienta el Parador de Turismo. Un misterioso mapa que llega directo de Francia y cuya historia es tan casual como fascinante.
Todo comienza con dos historias paralelas que, en un primer momento nada tenían que ver, pero que se han acabado por entrelazar de manera magistral. Por un lado, el presidente del CEB Ledo del Pozo, Fernando Regueras preparaba, junto con sus compañeros del Centro, la publicación 'Elogio de un Fantasma'. Un libro dedicado en exclusiva a la historia del Castillo de los Condes de Pimentel, donde se narra toda la cronografía conocida de este palacio, desde su construcción en el siglo XII, pasando por su saqueo por parte de las tropas inglesas durante la Guerra de Independencia, hasta que las tropas napoleónicas le prendieran fuego en 1809.
Por el otro, mientras esta publicación ya se encontraba en imprenta, el investigador de la asociación de amigos del castillo de Miranda de Ebro en Burgos, José González Guijalba hallaba, por pura casualidad, este desconocido plano en los Archivos Nacionales de Francia. Una buena nueva que el burgalés comunicaba al Centro Ledo del Pozo hace tan solo dos meses y que ponía patas arriba la publicación de este libro, dada la magnitud del descubrimiento.
Y es que este diseño, no solo especifica con detalle el tamaño y la distribución del Palacio de los Pimentel, sino que añade interesantes datos sobre la idea que el propio Napoleón tenía para la construcción y los motivos por los que sus propias tropas lo hicieran arder hasta las cenizas durante la Guerra de la Independencia.
Resulta que, tras la marcha de Benavente de los soldados ingleses a finales de 1808, el emperador Napoleón ordenaba a su coronel Ange Francois Alexandre Blei la creación de un mapa y una memoria justificativa del Castillo de Benavente, con la intención de albergar en su interior una guarnición permanente de 500 soldados franceses. Una tarea que el coronel completaba el 6 de enero de 1809, detallando cada estancia de la fortificación benaventana, que incluía cinco torres, una defensa con un muro almendrado y un foso, y una serie de estancias como bodegas, cisterna y salas abovedadas.
Los desperfectos que habían ocasionado los continuos saqueos conllevaban una extensa rehabilitación para poder albergar almacenes de víveres, material de artillería y hospitales de apoyo. Una reforma del Castillo, cuyo coste total ascendía a 24.000 francos, y que a Bonaparte le pareció excesivamente elevado. Por ello, solo once días después, el 17 de enero de 1809, las tropas napoleónicas prendían fuego al edificio que, según han podido descubrir desde CEB Ledo del Pozo "estuvo ardiendo durante quince días".
Con esta cantidad de información en sus manos, el Centro de Estudios tomaba la determinación de añadir a su publicación una adenda, para poder incluir este insólito descubrimiento, que da luz a una desconocida parte de la historia de uno los iconos monumentales de la ciudad. Ahora los 900 ejemplares de esta publicación, ya a la venta, traen consigo todos los detalles de esta memoria, que completa una parte fundamental de la historia de Benavente.