La Denominación de Origen Arribes demuestra, día a día, ser una de las Denominaciones de Origen de referencia, tanto en nuestro país como en el mercado internacional. En estos tres últimos años, se han pasado de las de 404.023 contraetiquetas realizadas en el año 2016 a las 826.852 contraetiquetas solicitadas por nuestras bodegas en el año 2019.
Consumidores de todas las comunidades autónomas y de una treintena de países, disfrutan de, posiblemente, unos de los vinos más singulares que se realizan en el mundo. Vinos, -blancos, rosados y tintos-, con una personalidad única fruto de la unión de, un clima con características mediterráneas particularmente beneficioso para el cultivo de la vid, suelos graníticos y pizarrosos dotados de una composición única y de un viñedo de más de 70 años de variedades autóctonas (Juan García, Bruñal, Rufete,…) y foráneas (Tempranillo, Syrah, Mencía, Malvasía…) perfectamente adaptadas a nuestra zona.
Estos resultados son el fiel reflejo del gran trabajo que, a lo largo de los años, han venido realizando las bodegas y viticultores en este espléndido territorio de las provincias de Salamanca y Zamora, en el que las 17 bodegas inscritas en el Consejo Regulador y los 190 viticultores, consiguen dar una personalidad única a las 270 hectáreas de viñedo amparadas en esta denominación.
La Denominación de Origen Arribes está enclavada en un espectacular territorio, incluido dentro de la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica y del Parque Natural de Arribes del Duero. Río Duero que, unido a otros afluentes como el Tormes, el Águeda y el Uces, han horadado el zócalo granítico formando un paisaje mágico.
Los vinos amparados por la DOP Arribes se caracterizan por su perfil aromático que les diferencia de otras zonas, por una acidez natural que les aporta frescura y, en el caso de los tintos, por una alta concentración de polifenoles y aromas a fruta compotada y madura.