Desde que el equipo de Izquierda Unida llegara al Ayuntamiento de Zamora en 2015, la situación económica del Consistorio se convertía en una carrera de fondo lenta, pero que ahora permite cerrar el año 2019 con 31.500.000 euros de remanentes en las arcas públicas y un superávit de casi 5 millones de euros. Unas cifras con las que ahora se apuesta por nuevas inversiones, más ambiciosas, y que el equipo de Gobierno ya presentaba en los nuevos Presupuestos 2020, como el Centro Cívico, la trasera del edificio del Ayuntamiento, las expropiaciones de la Muralla o el futuro Museo de Semana Santa. Todas ellas con una inversión de 21.500.000 euros provenientes de ese remanente de tesorería, tras utilizar los otros 10 millones de euros restantes en nuevas incorporaciones de gasto como asfaltado, arreglo de aceras o nuevo alumbrado.
El concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Zamora, Diego Bernardo presentaba, junto al alcalde, Francisco Guarido, la liquidación del Presupuesto 2019 del Consistorio zamorano destacando que "tras conseguir que la situación de las cuentas sea buena, ahora podemos invertir en grandes proyectos sin incumplir la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (o 'Ley Montoro')". Y es que esta normativa, que afecta a las entidades locales, establece el techo de gasto de los ayuntamientos en base a su déficit, o en este caso la ausencia de él, también a sus deudas con proveedores y entidades bancarias, que finalizaban en 2017, y por último en base al techo de gasto de años anteriores.
Diego Bernardo se remontaba hasta el año 2013 cuando "la mala situación del Ayuntamiento gobernado por el Partido Popular" obligaba a realizar un Plan de Ajuste, que provocaba que los ingresos (impuestos) subieran, mientras que los gastos (inversiones) bajaran en 5 millones de euros. Así que con la entrada de la conocida como 'Ley Montoro', el Consistorio estaba obligado a mantener esa reducción de gasto, y más teniendo en cuenta que, pese a que por aquel año el remanente era de más de 6 millones, "las deudas bancarias y a proveedores del gobierno popular superaban ese remanente".
Con la llegada de la coalición IU-PSOE, el nuevo equipo de Gobierno se encontraba "con que los cajones estaban vacíos y no podíamos gastar nada". Ahí comienza la estrategia de saneamiento total, con pequeñas subidas del techo de gasto durante el primer mandato, con algo más de un millón por año, hasta alcanzar ahora en 2019 con algo más de 56 millones de euros, muy superiores a los 43 millones de 2013. Que la Ley permita al Ayuntamiento de Zamora este aumento de 13 millones, desde 2014, responde a que las arcas zamoranas tienen una deuda 0 en este año que cierra, su periodo de pago a proveedores es de tan solo 5 días (frente a los 30 que permite el Estado) y por la incorporación de esos remanentes. Una subida que según el PIB debería de ser del 2,7%, pero que en Zamora está siendo del 17,04%.
Con estas cifras en la mano, el concejal de Hacienda responde a la oposición "que dice que no invertimos en la ciudad, pero ahora podemos decirles que, como prometimos en campaña en 2015, primero teníamos que poner a la ciudad al día para, ahora, poder ponerla bonita". Una situación desahogada de las arcas públicas zamoranas que "permite invertir 7,5 millones por encima del techo de gasto con casi 10 millones de inversión, sin incumplir la 'Ley Montoro', gracias a que hacemos presupuestos con responsabilidad y sin demagogias, tras haber pagado durante años las deudas del PP".
Y ahora, en 2020, el equipo de Gobierno pretender mantener su "buena gestión" realizando un Plan de Ajuste que consiste en cumplir la regla de gasto en el Presupuesto 2020, "algo que ya se está cumplido" con su aprobación en el pasado Pleno.