Más de tres mil peregrinos de 53 nacionalidades pernoctaron el pasado año en el albergue de Zamora
El Albergue de Peregrinos de Zamora ha registrado durante el pasado año un total de 3.247 pernoctaciones de peregrinos, con la peculiaridad de que más de la mitad de los mismos son de procedencia extranjera. En concreto se han registrado 1.917 pernoctaciones de caminantes de nacionalidad extranjera lo que supone un 59% del total de visitantes recibidos. En relación con los datos de los últimos años se mantiene estable el nivel de ocupación, con más de 3.000 visitantes anuales desde 2012; si bien se está notando un ligero incremento de los peregrinos extranjeros frente al estancamiento de los españoles.
En cuanto a su procedencia, después de los 1.330 españoles registrados son mayoría los alemanes con 338 peregrinos, seguidos de cerca por los italianos con 303 y en cuarto lugar se sitúan los franceses con 291 caminantes alojados en el albergue. No obstante cada vez es más amplia la relación de nacionalidades de procedencia con una destacable presencia de peregrinos de países tan lejanos como Estados Unidos (78), Polonia (68), Australia (58) o Corea del Sur (55). Pero también con representación de países más exóticos como Filipinas, Etiopía, Moldavia o uno de kazajistán; y así hasta 53 nacionalidades distintas.
Por sexo predomina la afluencia de hombres, con el 75,5% de varones frente al 24,5% de mujeres. Y respecto a la forma de hacer el camino la gran mayoría (2.576) lo hicieron a pie, frente a 670 que los realizaron en bicicleta y, de modo anecdótico, uno lo hizo en patinete. Sin embargo es la primera vez que no se constatan pernoctaciones de peregrinos a caballo, si bien es cierto que en estos casos prefieren los albergues de las zonas rurales donde les resulta más fácil la atención a los animales.
El albergue de Zamora es de titularidad municipal y gestionado desde 2.012 por los Hospitaleros Voluntarios, que dependen de la Federación Española de Amigos del Camino de Santiago, y es uno de los mejor valorados por los usuarios dentro del conjunto de alojamientos de este tipo ubicados en la Vía de la Plata, tanto por sus instalaciones como por la calidad de la atención al peregrino, según la propia Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. Situado en la Cuesta de San Cipriano, en pleno casco histórico de la ciudad, el albergue fue inaugurado en enero de 2008. Cuenta con un total de 36 plazas distribuidas en 6 habitaciones, 2 aseos y 4 baños completos; dispone de un salón con capacidad para 22 personas, y de una cocina-comedor completamente equipada con capacidad para 11 personas.
El reconocimiento y la valoración del Albergue de Zamora es posible también gracias al modelo de gestión que se puso en marcha en 2012 a través del acuerdo con la Asociación de Hospitaleros Voluntarios. Este colectivo es el que se encarga de atender los alojamientos y las tareas necesarias para cubrir las necesidades de hospedaje tales como limpieza, mantenimiento básico de las instalaciones, o compra de alimentos. El total de hospitaleros que atendieron en el albergue de Zamora durante 2019 fue de 45 personas entre los que se contabilizan 19 de fuera de nuestro país, con presencia de italianos, holandeses, irlandeses, brasileños, británicos, rumanos, mexicanos y canadienses. Del total de hospitaleros 16 son mujeres.
El albergue ha estado abierto todo el año salvo la primera quincena de diciembre que se ha destinado a las labores de mantenimiento así como la desinfección y desinsectación de las instalaciones. Cada quincena hubo, al menos, un hospitalero. Los voluntarios viven en el albergue, lo que garantiza la atención a los peregrinos y al edificio durante las 24 horas al día.
El horario de apertura del albergue es desde las 13.30 horas y permanece abierto hasta las 22.30 horas en verano y las 22.00 horas en invierno. Se procura que los peregrinos hayan abandonado el albergue antes de las 08.30 de la mañana para proceder a la limpieza diaria del establecimiento antes de volver a abrir. El alojamiento es gratuito ya que se nutre fundamentalmente de los donativos que aportan los peregrinos de forma voluntaria.