Atendiendo al principio de colaboración entre las distintas administraciones públicas y ante una situación de emergencia como la actual, el Ayuntamiento de Zamora ha puesto a disposición de las autoridades nacionales y autonómicas aquellos medios y recursos municipales disponibles, que sean necesarios para el interés público y con el fin de contribuir mejorar la situación social y la seguridad de las personas.
Este es el caso del servicio de Bomberos que, además de las numerosas intervención que está llevando a cabo desde los primeros días para el acceso a domicilios de personas dependientes o que viven solas, realiza la descontaminación de ambulancias que transportan enfermos infectados con el covid-19.
La pasada semana se solicitó por parte los responsables del personal de atención extrahospitalaria del SACYL la colaboración para la descontaminación del personal de las ambulancias, tanto de Soporte Vital Básico, como las Unidades Medicalizadas de Emergencia, en aquellos casos en los que hayan intervenido con la sospecha o certeza de un paciente afectado por coronavirus. El objetivo es que estas personas y los vehículos se puedan descontaminar de una forma eficaz, ágil y segura, para que vuelvan a realizar sus funciones con las mayores garantías de seguridad y en el menor tiempo posible. Para ello desde el Servicio de Bomberos se elaboró un protocolo de actuación y la utilización de los equipos especiales de protección con los que cuentan los Bomberos de Zamora para los casos en los que tienen que intervenir en accidentes o escapes de materiales contaminantes o peligrosos.
Las actuaciones se ponen en marcha a requerimiento, por vía telefónica, del médico responsable de la guardia, y el procedimiento se está llevando a cabo en el jardín anejo a la base de la UME del SACYL, situada en el Centro de Salud Santa Elena, Calle Santa Elena. No obstante y según el jefe de Bomberos, “si fuese necesario y así se nos requiere, la descontaminación podrá realizarse len otro sitio diferente al establecido en función de las circunstancias”.
En el protocolo de intervención, en el que participarán tres o cuatro personas, se establecen unas medidas de seguridad importantes. Así el bombero principal que efectúe la descontaminación se equipa con un traje de protección de nivel II, casco F2 con gafas de protección, mascarilla FPP2, guantes de nitrilo y botas de goma, y si fuese necesario podrá equiparse otro bombero con el mismo nivel. El resto de la dotación se equipará con traje de condiciones meteorológicas adversas, casco F2 con gafas de protección, mascarilla FPP1, guantes de nitrilo y botas de goma; y una vez terminado el procedimiento se realiza a su vez una descontaminación básica del bombero o bomberos implicados, así como de todo el material utilizado, evitando cualquier contacto previo con el personal a descontaminar .
Y en cuanto al lugar en el que se lleva a cabo la descontaminación se establecen tres espacios diferenciados. El primero o zona de desinfección está provisto de una cubeta con solución desinfectante donde se sitúa la persona a tratar mediante pulverización con gel hidroalcohólico, seguida de una zona de enjabonado posterior, y la zona de aclarado final. Cada espacio estará delimitado por plásticos o lonas de seguridad y después de la zona de aclarado se instala un recipiente para recoger los trajes de protección utilizados, otro para colocar otras partes del equipo reutilizables como las gafas o cascos, y una bolsa de basura para el material desechable, como mascarillas y guantes, etc.