La pandemia no conoce de fines de semanas, ni de festivos. Desde el 14 de marzo, el edificio de la Delegación se ha convertido en su cuartel general, y este domingo no es menos. Clara San Damián afronta un día más de reuniones, trabajo y preocupaciones en la lucha contra esta situación "surrealista" a la que nos ha llevado el coronavirus.
El día a día de la delegada de la Junta incluye una reunión por videoconferencia con el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, con el presidente de la Diputación, Francisco Requejo, y el alcalde de Zamora, Francisco Guarido. Dos días a la semana se suman además los alcaldes de Toro y Benavente. Y si algo aflora de estas reuniones a las que nadie ha faltado ni un solo día es la "colaboración y disposición es extraordinaria", elogia Clara San Damián, quien subraya que la relación entre las instituciones es inmejorable. "No hablamos para nada de política, nos ponemos manos a la obra inmediatamente para ver qué problemas hay que solucionar", y destaca, por ejemplo, la ayuda prestada por los Bomberos de Zamora para desinfectar algunas residencias como la de Virgen del Yermo, y la gran labor de Protección Civil con el reparto de medicamentos y otras labores.
En el seno de la Junta, la coordinación entre servicios es constante: con Montse Chimeno, la gerente de Atención Sanitaria; con Casto López, jefe del Servicio Territorial de Sanidad, y Eutimio Contra, gerente territorial de Servicios Sociales, de quien dependen las residencias de mayores y discapacitados, uno de los principales focos del azote de la pandemia.
Este domingo es un día importante: mañana comienza la desescalada en siete zonas básicas de salud de Zamora, alrededor de 80 municipios y casi 20.000 habitantes. "A nadie se le escapa que la propuesta que ha hecho la Junta de Castilla y León ha sido fruto de la sensatez y del ejercicio de responsabilidad de un gobierno que claramente va a primar la vida por encima de todo", asegura la delegada. "El debate no es "¿sanidad o economía? No, es la vida, y paralelamente también hay que trabajar por sostener la economía. Lo más importante para el gobierno de la Junta es garantizar la vida, y eso nos ha obligado a tomar la decisión que se ha tomado en base a criterios estrictamente epidemiológicos y sanitarios". Para evitar un rebrote, la clave es "ser prudentes, y hemos preferido dar pasos pequeños pero seguros en vez de dar pasos en falso que nos hagan retroceder".
Por ello, el mensaje que lanza Clara San Damián a los habitantes de estos 80 munipios es claro: "Estas poblaciones van a tener un plus de libertades en cuanto a movilidad, apertura de negocios y vida en general, pero eso no significa que no estén llamados a la sensatez, la prudencia y la responsabilidad. También en cuanto a los movimientos, porque si no se respetan los límites municipales pueden poner en riesgo la evolución de toda la provincia". Por ello hace un llamiento a "respetar los límites municipales" para evitar llevarse de vuelta a su pueblo, en lo que denomina "solidaridad interterritorial".
La delegada recuerda que el resto de zonas de la provincia "seguimos en Fase 0", y que dentro de una semana se hara otro balance y otra valoracion de cómo se encuentra la situación para poder incorporar nuevas zonas. Reconoce que hay "un poco de frustración, porque todo el mundo se había hecho ilusiones de que el día 11 ya íbamos a estar todo en Fase 1". Y los trabajadores sanitarios, "después del esfuerzo que han hecho, que se han dedicado en cuerpo y alma, después de haberles pedido la máxima entrega, no puede ser que ahora el ciudadano les conteste con irresponsabilidad". Hay más de 70 sanitarios de baja en la provincia, por lo que el colectivo está exhausto.
Por ello, San Damián recuerda: "No hay mejor y mayor empresa que la vida, ni razón más fuerte para preservarla. Todo lo demás está en un segundo plano".