El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, acudirá al Contencioso para resolver el caso de los "insultos del interventor", un asunto que data de 2017, cuando el empleado municipal cargó contra el responsable de Izquierda Unida en una conferencia pronunciada en Cartagena y, posteriormente, remitió una carta a los medios en la que llegó a acusar al regidor de "maltratador de mujeres", según ha indicado hoy el político.
Guarido presentará el recurso ante el citado tribunal después de que la Junta "se haya lavado las manos" y no haya "entrado en el fondo del asunto" porque "el alcalde, como denunciante, no es parte interesada y legitimada del proceso". El responsable de Izquierda Unida ha calificado esta decisión de "irresponsable y negligente" y ha lamentado "la dejación de funciones" de la Administración autonómica.
Tras los hechos acaecidos en 2017, el alcalde de Zamora denunció el caso en la Junta y el instructor propuso cinco meses de sanción. Sin embargo, como ha señalado Francisco Guarido, la Administración autonómica se amparó en la libertad de expresión y en las dudas sobre la autoría de la carta remitida a los medios para no sancionar al trabajador.
Ante esta circunstancia, Guarido presentó un recurso ante la Consejería de Presidencia al considerar la decisión "arbitraria, inconsistente y carente de argumentación" por "desviarse del criterio del instructor de Zamora". El alcalde ha criticado ahora la resolución por "su falta de profesionalidad", y ha indicado que, ante las pruebas sobre la autoría de la carta, ponerla en tela de juicio "es simplemente vergonzoso".
De este modo, el recurso ante el Contencioso irá contra la decisión de la Junta de inhibirse "en una postura que parece tener un tinte político contra un alcalde que no es de su cuerda".