El reputado pintor zamorano Antonio Pedrero ya cuenta con su mural en la cuesta de la Morana de la capital, en el barrio de San Lázaro. Y ante el hecho de este bonito gesto por parte del Ayuntamiento, el artista ha querido mandar un mensaje de gratitud a través de una carta.
En la misma, que se reproduce a continuación, además, confiesa su perplejidad por contar con él en un mural del que se declara admirador, así como del arte en la calle.
Carta al completo
"Es muy difícil para mí expresar en pocas palabras el profundo agradecimiento hacia los promotores y artista ejecutor del sorprendente mural que sobre mi pintura y persona ha realizado el artista toresano Carlos Adeva en la zamorana Cuesta de la Morana, en el barrio de San Lázaro.
Vaya primeramente mi gratitud al Ayuntamiento de Zamora, que bien auspicia estas expresiones plásticas, y a nuestro alcalde, Paco Guarido, que a través de la Concejalía de Barrios impulsada por Pablo Novo, organiza este Plan de Muralismo que es Cultura didáctica y pública en este mundo actual de la prisa e impacto inmediato de la información de la que todos somos, queramos o no, receptores.
Confieso mi perplejidad inicial al verme incorporado en su esquema con mi agradecimiento por esta deferencia que al mismo tiempo afianza mi criterio hacia el servicio y finalidad del Arte en la calle, a su didáctica, expresividad y mensaje.
La calle -cada vez más- es un imprescindible servicio para todos los ciudadanos e indudable ágora que educa, además de vehículo de múltiples reflexiones más o menos compartidas que, como vemos, no siempre son acertadas en materia artística, con algunas expresiones que avergüenzan más que honran en comportamientos plásticos incívicos e irrespetuosos perpetrados por doquier en muros y fachadas.
Soy profundo admirador de la pintura mural, de su mensaje universal público y de su buena enseñanza y ley didáctica -tan antigua como el mundo-, como creo haber demostrado a través de la trayectoria plástica de mi obra. Por eso mismo apoyo sin fisuras este Plan Muralista mientras se demuestre el buen hacer de artistas emergentes o no que, a su vez, amplían con ello la nómina de creadores zamoranos que a todos nos debe servir de orgullo.
Además de la evidente misión plástica que en sí tiene este movimiento artístico en la calle, vertebra por necesidad el conocimiento del lugar y entorno donde se ubica, creando una “ruta” como apoyo turístico. Tan sólo pedir que los temas a elegir sean plenos, justos y de aciertos, junto a su plástica -prioritaria- como en su información humanística de los personajes elegidos. Zamora tiene para dar y tomar en importantes materias tanto humanas, históricas o costumbristas.
He querido dejar para cerrar este agradecimiento al excelente pintor y amigo Carlos Adeva, toresano de pura cepa -nunca mejor dicho- y autor de este sorprendente “muralazo” de 350 metros cuadrados, donde hay que atarse muy bien los machos para salir no airoso, sino triunfante, como es su caso. Mi enhorabuena, Carlos, por este magnífico trabajo de técnica, dominio y sabiduría, enviándote junto con mi gratitud un fuerte y admirado abrazo.
A todos los que hacéis que la calle sea un especial motivo de comunicación y belleza a través del Arte y a sus promotores, vaya mi más profundo reconocimiento por haber sido propuesto como uno más".