Con las excavaciones y despeje de la Muralla de Zamora, la capital va recuperando las antiguas vistas que la ciudad presentaba hace cientos de años. Y también va redescubriendo elementos, hasta ahora ocultos, que recuerdan el avance de la ingenieria del ser humano.
Durante las obras realizadas por el Ayuntamiento de Zamora estos días, se ha descubierto un colector proyectado por el arquitecto municipal Segundo Viloria en 1880, quien pintó a mano esas canalizaciones, que llevaron las aguas sucias hacia el Duero y dejaron limpia la ciudad. Un elemento histórico del cual el Servicio de Patrimonio de la Junta de Castila y León ha recomendado que se mantenga. Algo que "rompe" el futuro paseo proyectado en la avenida de La Fería, "pero recupera una estampa escondida entre los muros de los edificios derribados hace tres años", afirma el alcalde de la capital, Francisco Guarido.
Las alcantarillas que sanean Zamora a finales del siglo XIX fueron las obras estrella de las ciudades en esa época, y que lograron que la vida urbana fuera limpia y transparente. La alcantarilla y el colector llevan a las ciudades a la modernidad y eso es lo que se hizo en Zamora "por este excepcional arquitecto", recuerda Guarido. Un descubrimiento por el cual el alcalde zamorano anima a "escribir un libro sobre esa historia de las alcantarillas, colectores y saneamiento de la ciudad de Zamora".