En aplicación de las medidas de prevención y control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por al Covid-19, adoptadas hoy por la Junta de Castilla y León, se suspenden los talleres sobre Paisaje Cultural en Zamora y de adaptación de los pequeños negocios a las nuevas tecnologías, programados por la Concejalía de Comercio y Turismo para el próximo sábado.
El próximo sábado se tenía que celebrar el primero de los tres Talleres de Paisaje Participativo en la ciudad de Zamora, promovido por el Ayuntamiento de Zamora. Esta actividad se enmarca en el contexto de la candidatura para entrar en la lista de Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural de la UNESCO; y será la arquitecta y antropóloga, Esther Prada, la responsable de la coordinación y el diseño de los talleres. El objetivo es conocer las relaciones e intervenciones de los “usuarios” de esa zona y su historia y los criterios que establece el Convenio Europeo del Paisaje a través de un recorrido o deriva por la margen izquierda del río Duero, entre Cabañales y San Frontis. S iba a tratar también la importancia actual del conocimiento y valoración de los espacios agrarios periurbanos, así como de sus trazas territoriales asociadas.
Los valores culturales de Zamora residen tanto en la arquitectura monumental del Románico y todo el patrimonio histórico en general, en los espacios naturales en torno al Duero, como en el conjunto de trazas y vestigios de prácticas realizadas en los suelos para crear este entorno de vida, un patrimonio inmaterial que nos enseña las formas diferentes de modelar y gestionar el territorio. En ese conjunto de intervenciones se evidencian los procesos del trabajo humano, cuya historia se está determinando e inscribiendo en un Paisaje Cultural, un enlace inseparable de naturaleza y cultura. El Paisaje Cultural es también memoria de la historia como procesos e intervenciones para construir un entorno: agricultura, ganadería, viticultura, el desarrollo de la ciudad románica, etc.
En Zamora, en la margen de izquierda del Duero, estas “trazas” han quedado en la actualidad como paisajes de tránsito, paisaje periurbano, que solapa sistemas rehechos a lo largo del tiempo.
En el contexto de incertidumbre actual y en la búsqueda de cómo conseguir formas de supervivencias anti-destructivas, existe la posibilidad de incorporar valores emergentes, tales como la comprensión del paisaje como un sistema diverso y biocultural, lo que permitiría acercarse y comprender una articulación diferente de los espacios periurbanos agrícolas de alta fragilidad con el espacio urbano.
El taller de Ester Prada iba a trabajar en un análisis de esa zona, basada en la experiencia de personas que residen, trabajan, actúan entre Cabañales y San Frontis o que tienen alguna vinculación o propuestas de cómo actuar en este lugar. El taller ha elegido este espacio porque puede resultar un punto de encuentro alrededor de la memoria y controversias que suscita en las personas-usuarios de ese lugar. También resulta determinante la planificación desarrollada para esta zona en un momento muy diferente del actual y las posibles necesidades en el futuro.
La primera parte del taller consistía en un paseo por la zona para recoger datos. En la segunda parte, se desarrolla un trabajo en grupos sobre fichas que elaboran los diferentes participantes. En la tercera parte se comentarán los resultados, controversias, reflexiones. Es un taller reflexivo sobre el posicionamiento individual y conjunto ante este paisaje.
La mirada integral en su dimensión de conjunto en el espacio y el tiempo, excita un paisaje de la memoria, un patrimonio inmaterial heredado a través de las personas y su experiencia vital, supone una estrategia para valorar y divulgar el Paisaje Cultural de la ciudad y su territorio. Los siguientes talleres se desarrollarán en el Casco Histórico y en otra zona periférica de la ciudad.
El Ayuntamiento de Zamora informará debidamente de la reanudación de este taller más adelante.