El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de Castilla y León (TARCYL) ha desestimado el recurso especial en materia de contratación interpuesto por la empresa Tahler, S.A. contra los pliegos de contratación del servicio público de recogida de residuos sólidos urbanos y limpieza urbana del Ayuntamiento de Zamora, no estimando ninguno de los puntos que reclamaba dicha empresa.
De esta manera, la contratación del servicio que actualmente se encontraba en fase de presentación de ofertas, seguirá su curso, ampliándose dicho plazo por el periodo que haya estado paralizado hasta la resolución del recurso. Se trata de uno de los contratos de mayor importancia para la ciudad y que cuenta con un importe de licitación de más de 8 millones de euros anuales y con un periodo de vigencia de ocho años, por lo que el valor total estimado del contrato asciende a más 60 millones de euros, siendo con diferencia el de mayor cuantía de todo el Ayuntamiento de la capital.
La licitación incluye en un único contrato los servicios de recogida de basuras, con un coste 4.558.532 euros, y el de limpieza viaria, cuyo conste está cuantificado en 3.475.580,91 euros; y el periodo de vigencia de 8 años es el máximo legal a tenor del volumen económico del contrato en lo que tiene que ver con la inversión. Del importe global más de la mitad, concretamente 4.131.088,92 euros, se destinarán a los costes del personal, que se traducen en 27.554 jornadas anuales y 179.101 horas de trabajo, con la garantía de que se mantendrán todos los puestos de trabajo.
Entre las novedades respecto al contrato actual, en la nueva concesión se integra también el servicio de Punto Limpio y a los cuatro trabajadores de que dispone, se adapta a la normativa actual en todos sus términos incluida la progresiva instalación del cuarto contenedor de "resto orgánico" que será de implantación obligatoria en unos años; y se incluyen todos los trabajos especiales ahora no contemplados como los de Semana Santa, el mercadillo, mercado de abastos, fiestas de los barrios, o limpieza de pintadas en edificios públicos y privados.
Precisamente la integración del Punto Limpio fue uno de los asuntos materia del recurso alegando la empresa un incremento del coste para la administración por el aumento de los salarios de los cuatro trabajadores al cambiar el convenio colectivo de aplicación. Desde el Ayuntamiento se considera que la gestión del Punto Limpio es una prestación más de todas las que constituyen el servicio de recogida y transporte de residuos, de la misma manera que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico lo clasifica como uno de los diversos sistemas de recogida. El TARCYL se muestra tajante en este punto considerando que "es el órgano de contratación al que le corresponde diseñar el contrato conforme a las necesidades a satisfacer, para lo que goza de discrecionalidad a la hora de su determinación" e incluso llega a decir que "sorprende sobremanera que la alegación descanse en un pretendido ahorro para las arcas municipales".
Otros de los motivos de recurso por parte de la empresa se refería al modo en que estaba diseñado el pliego en relación con la exigencia de solvencia técnica y a la supuesta indefinición de los pliegos en algunos aspectos, en los que de igual forma el Tribunal rechaza los argumentos expuestos por la empresa, considerando que los pliegos cumplen con toda la normativa vigente y que no se aprecia la indeterminación o abstracción denunciada por la empresa.
En el pliego de condiciones se incluyen también otras obligaciones para la empresa como la recogida de objetos voluminosos a domicilio, un Punto Limpio móvil, contenedores adaptados, o la ayuda para bajar enseres voluminosos a personas con discapacidad. Además la empresa deberá realizar campañas de sensibilización ciudadana durante el periodo de vigencia del contrato y se incluyen criterios medioambientales en la puntuación para la adjudicación, como la adquisición de vehículos de emisión 'cero'. Y entre las inversiones que deberá hacer la empresa adjudicataria para la puesta en marcha del nuevo servicio está la adquisición de maquinaria así como la renovación de los 1.700 contenedores y las 1.600 papeleras existentes. También se incluye la ampliación de seis nuevas islas de contenedores soterrados y otras seis posibles como mejora puntuable, que se sumarán a las 15 existentes actualmente. Todo ello para recoger las 22.500 toneladas de basura al año que se generan, además de unas 1.700 de papel y cartón y alrededor de 750 de vidrio, según las previsiones que figuran en el estudio técnico que acompaña al pliego.