El pasado 27 de noviembre el Consistorio zamorano aprobaba un decreto de alcaldía, en el que se establecían los requisitos y adecuaciones que necesitaban los establecimientos hosteleros para utilizar las terrazas exteriores durante el invierno, una vez la Junta de Castilla y de León autorice la vuelta a la actividad hostelera.

En este sentido, la formación política UPL manifestaba no entender que " si tanto los hosteleros como los ciudadanos, son sabedores de que a día de hoy la potenciación de las terrazas es casi la única forma de supervivencia para que la mayor parte de estos negocios no eche el cierre definitivo, el consistorio ponga ahora encima de la mesa nuevos requisitos al sector." 



Apuntaba la formación autonomista que "son muchos los hosteleros que con anterioridad al anuncio del decreto, ya han adaptado sus terrazas de cara al invierno, suponiéndole ello un importante desembolso para su maltrecha situación económica, y esta clase de decisiones políticas a posteriori, son las que en lugar de ayudarles, les hundirá aún más en la miseria. El señor Guarido no debe obviar que gran parte del sector decidió iniciar las reformas ante el anuncio de ayudas autonómicas para este fin, por lo que deshacer lo realizado, seguir pagando créditos por ello y endeudarse en una nueva transformación resultará del todo inasumible y contribuirá a un mayor cese de negocios en la ciudad."



Por estas cuestiones UPL demandaba al Ayuntamiento zamorano "no generar más perjuicios y no aplicar este decreto a cuantos fueron emprendedores y adecuaron sus terrazas según lo establecido en la anterior normativa, permitiéndoles su continuidad, y si acaso con mínimas variaciones que no supongan un quebranto ni económico ni en las instalaciones." 



Asimismo, la agrupación manifestaba su desacuerdo " ya que las exigencias del decreto consistorial parecen poco pensadas para una ciudad como Zamora, de inviernos sumamente fríos, lluviosos y con fuertes rachas de aire, habiéndose decretado tres variantes de terrazas, dos de las cuales se aproximan más a tenderetes endebles, que a una instalación que pueda aguantar las inclemencias de los meses invernales. Se imponen restricciones sin sentido, como la prohibición de fijaciones en pared, lo que supone de hecho hasta la eliminación de algo tan asumido como los toldos actuales o la imposibilidad de instalación de nuevos, aunque cuenten con la consiguiente autorización del propietario o comunidad de propietarios del edificio en el que estén y, ni dañen ni pongan en peligro la estructura del edificio ni la seguridad de la zona.



"La prohibición de anclaje en vía pública si bien es aceptable como norma general, en ocasiones, la propia climatología obliga a una mayor seguridad que conduce a esa fijación, tanto por asegurar la carga de la estructura como para garantizar la seguridad de los usuarios del establecimiento y de la vía pública, por lo que no debiera ser una condición indiscutible, máxime cuando siempre hay posibilidad de subsanación si se adecúan los medios necesarios, tan fácil como un compromiso legal por parte del hostelero. No distingue el Decreto diferentes peculiaridades sobre las necesidades de adecuación de terrazas en la ciudad, puesto que no es lo mismo una terraza de mañana que la de un establecimiento de horario tarde/noche, ni si está ubicado en una plaza soleada o en una calle sombría u orientada al viento. Las últimas necesitarán siempre de mayor protección térmica si se desea que sea utilizadas, y esto conlleva mayor aparataje que posiblemente necesite de esa fijación que ahora se les niega" expresaban desde UPL. 



A juicio de Unión del Pueblo Leonés "la inversión que ha de realizar el empresario hostelero necesita de mayores garantías de explotación, simplemente para su amortización, que el tiempo que otorga el Ayuntamiento de Zamora, que decreta que será de un año para las terrazas tipo A/B (las de menor estructura) y cinco meses para las tipo C (aquellas de mayor aparataje e inversión). Esta exigua autorización municipal hará que muchos se planteen su rentabilidad, y nos llevará una vez más a ese no deseado cierre." 



"Por todo ello desde UPL demandamos al Ayuntamiento no sólo el mantenimiento de las terrazas adecuadas con anterioridad al decreto y una mayor flexibilidad en la instalación de nuevas, sino que también fomente la adecuación de solares vacíos, tanto para su uso por la hostelería como para otras actividades comerciales, culturales o de ocio, dinamizando de esta manera Zamora, a la vez de que se adecentan espacios degradados, generando ingresos tanto para la ciudad como para las arcas municipales " concluían desde la formación política.