El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha visitado esta mañana la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de la localidad zamorana de Morales de Toro que ha supuesto una inversión de 915.000 euros, de los que 150.000 euros los aporta el Ayuntamiento y el resto, 765.000 euros, son financiados por la Junta de Castilla y León que, asimismo, se encarga de la gestión y mantenimiento de esta instalación hidráulica, a través de Somacyl, durante 25 años. Esta obra está incluida en el Programa Operativo FEDER y se suma a las once actuaciones realizadas por la Junta en localidades de más de 2.000 habitantes equivalentes de la provincia zamorana, con una inversión de 42,7 millones de euros. Durante la visita, el consejero ha confirmado las previsiones de la Junta de construir 300 infraestructuras de depuración en municipios entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes, con una inversión en esta legislatura estimada de 143 millones de euros; de ellas, 47 depuradoras están inicialmente programadas en la provincia de Zamora, lo que supondrá una inversión de más de 21,5 millones de euros, habiéndose adjudicado ya la primera obra en Villamor de los Escuderos por 400.000 euros.
La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Morales de Toro da servicio a una población de 2.700 habitantes equivalentes –teniendo en cuenta no solo las aguas residuales de viviendas, sino también de industrias y servicios- y dispone de una caudal de diseño y tratamiento de 525 metros cúbicos al día, teniendo en cuenta la importante actividad bodeguera presente en este municipio origina incrementos muy notables y concentrados de carga contaminante, lo que obliga a intensificar el proceso de depuración.
Las instalaciones de esta EDAR de Morales de Toro ocupan una parcela municipal con una superficie de 2.518 metros cuadrados, sobre los que se ha construido una planta de fangos activos de tipo concéntrico, constando de los siguientes elementos: la línea de agua contiene pozo de gruesos, elevación de agua bruta, desbaste de sólidos, desarenador-desengrasador, tratamiento biológico, decantación y arqueta de restitución; en cuanto a la línea de fangos se desarrolla con recirculación y bombeo de fangos en exceso, así como el espesamiento y la deshidratación de fangos.
Con la puesta en servicio de esta instalación se ha completado el Plan nacional de calidad de aguas residuales en municipios de más de 2.000 habitantes equivalentes en la provincia de Zamora. Mediante el citado programa, la Junta de Castilla y León tenía asignadas 12 instalaciones -el resto, siete actuaciones, es asumido por la Administración General del Estado-, entre ellas las depuradoras ya construidas y en funcionamiento de Benavente, Fuentesaúco, Puebla de Sanabria, Tábara, Toro, Villalpando, Zamora, Santa Cristina de la Polvorosa, Galende-Cobreros, Moraleja del Vino y Casaseca de las Chanas, además de la visitada hoy de Morales de Toro, con una inversión total de más de 42,7 millones de euros. De este plan, la Junta mantiene en ejecución solamente la EDAR de Alcañices, con una inversión de 865.262 millones de euros.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones –acompañado por el alcalde de Morales de Toro, Luis Segovia; la delegada territorial de la Junta, Clara San Damián; el viceconsejero de Infraestructuras y Emergencias, José Luis Sanz; y el consejero delegado de Somacyl, José Manuel Jiménez y los vicepresidentes de la Diputación - ha destacado el importante avance que supone la puesta en funcionamiento de esta infraestructura que, en el caso de la provincia de Zamora, se viene a sumar a otras once puestas ya en funcionamiento en localidades de más de 2.000 habitantes equivalentes, además de la EDAR de Alcañices, actualmente en obras. “Estas infraestructuras son solo el inicio del amplio proyecto de depuración que desarrollaremos en esta legislatura para dar servicio a los pequeños municipios de Castilla y León, con poblaciones entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes, en el que ya estamos trabajando en coordinación con las nueve diputaciones provinciales”, añadió el consejero.
300 nuevas depuradoras en municipios entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes
Suárez-Quiñones ha recordado el acuerdo suscrito entre el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y los presidentes de las nueve diputaciones provinciales de Castilla y León el pasado mes de octubre con el fin de promover 300 sistemas de depuración en los municipios con población entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes.
Este programa medioambiental supondrá la movilización de inversiones en torno a los 143 millones de euros, de los que el 40% será aportado por la Junta, otro 40% por las diputaciones y el 20% restante por los ayuntamientos; asimismo, con el objetivo de mitigar el esfuerzo presupuestario de las administraciones locales, la Junta ayudará a financiar las aportaciones de las Diputaciones a 10 años y las de los ayuntamientos a 25 años. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente se encargará de gestionar estas infraestructuras de saneamiento durante 25 años.
47 actuaciones en la provincia de Zamora
De estas 300 actuaciones en Castilla y León en municipios entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes, 47 depuradoras están inicialmente previstas en la provincia de Zamora, con una inversión estimada de más de 21,5 millones de euros. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Diputación de Zamora están planificando el calendario de actuaciones y las necesidades de los municipios. De las infraestructuras a acometer, ya se ha licitado y adjudicado el primer proyecto en la localidad de Villamor de los Escuderos por 400.000 €.
Juan Carlos Suárez-Quiñones ha insistido en que todas estas actuaciones buscan conseguir el objetivo de cero de aguas sin depurar, “objetivo que la Junta de Castilla y León está dispuesta a conseguir a lo largo de esta y la próxima legislatura, con la intención de ejecutar la depuración de los núcleos de población de menos de 500 habitantes equivalentes”.
Con todos estos proyectos señalados, la Junta de Castilla y León avanza en el cumplimiento de las obligaciones impuestas por la Directiva 91/271/CEE, sobre tratamiento de las aguas residuales urbanas.