El director general de Patrimonio Cultural, Gumersindo Bueno, junto al alcalde de Villanueva del Campo, Francisco Alonso, ha presentado hoy la intervención que ha llevado a cabo la Consejería de Cultura y Turismo en la torre del templo de la localidad zamorana y que ha supuesto una inversión de 321.356 euros, para la cual se ha contado con la cofinanciación de los Fondos Feder.
El objetivo de estas tareas de restauración ha sido recuperar la integridad formal de la torre y su funcionalidad en el interior, así como la puesta en valor de sus paramentos exteriores de ladrillo. Las actuaciones que se han realizado para ello han consistido en la limpieza y eliminación de revestimientos inadecuados y la restauración y, en su caso, reintegración de cornisas e impostas. Esta reconstrucción de la cornisa de la torre se ha llevado a cabo colocando los ladrillos según su estado original, con el fin de repetir la misma posición y dimensiones, sobre todo en las esquinas y ángulos. Este criterio se ha seguido en el resto de plantas, aprovechando los pocos ladrillos que quedaban en esos puntos.
Asimismo, se ha acometido la restauración de la escultura y protección de su superficie y de la cúpula que le sirve de soporte y se ha eliminado el peto de ladrillo de coronación de la torre.
La restauración del interior ha consistido en la recuperación de la estructura de los forjados de madera y la colocación de nueva tabla sobre ella, la instalación de una nueva escalera que finaliza en la última planta con una escalera de caracol para disponer de salida al exterior. Igualmente, se han restaurado los paramentos de ladrillo interiores y se ha instalado un nuevo alumbrado.
También se han repuesto las protecciones en vanos, se ha implantado un pararrayos y elementos disuasorios contra las aves, se ha restaurado el pretil y los techos del porche sur y, de forma complementaria, se ha abordado la mejora de la galería meridional.
Previo a la restauración de la torre, la Consejería de Cultura y Turismo realizó un estudio histórico-documental de esta iglesia que ha sido publicado en colaboración con el Centro de Estudios Benaventanos ‘Ledo del Pozo’, con el fin de acercar a la sociedad la historia de este monumento, de su pueblo y de las gentes que se relacionaron con él a lo largo de cuatro siglos.
El director general ha agradecido a esta asociación la labor que desde hace años vienen realizando en favor del patrimonio cultural de esta Comunidad y ha manifestado su deseo de que esta actuación aumente aún más el atractivo turístico y de desarrollo económico de esta zona de Tierra de Campos.
El templo y su torre
La torre de la iglesia de Santo Tomás se sitúa a los pies de su nave. Se levantó en dos momentos constructivos: el primero, entre 1606 y 1616, cuando se edificaron los dos primeros cuerpos, y el segundo, entre 1620 y 1638, correspondiente a los tres cuerpos superiores de ladrillo, con cornisas e impostas del mismo material. El número de vanos en cada cuerpo es mayor según se asciende, otorgando al conjunto una gran ligereza, visible desde una gran distancia. En el siglo XX se le añade una cúpula, una escultura y un remate perimetral.
El interior de la iglesia fue objeto en los siglos XVII y XVIII de una profunda modificación espacial, con la incorporación de bóvedas de ladrillo revestidas. Cuenta con un excelente retablo, que fue restaurado por la Consejería de Cultura y Turismo. La galería meridional, por la que se accede al templo, también ha sufrido intervenciones poco afortunadas durante el siglo XX en el peto que la separa de la vía pública, y en su techo.