La búsqueda de destinos vacacionales ha quedado inevitablemente marcada por la pandemia del COVID. Alejarse de las grandes masificaciones, en grandes espacios abiertos y con la posibilidad de realizar actividades variadas y visitar bellos parajes y monumentos parece ser la tónica general entre el turista medio. Una descripción que parece hecha 'al dedillo' para la provincia de Zamora, y que desde el Patronato de Turismo están muy centrados en explotar.
El Español-Noticiascyl ha charlado con el diputado de Turismo, Cultura y Deporte de la Diputación de Zamora, Jesús María Prada para conocer los siguientes pasos del Patronato de Turismo, donde ejerce como vicepresidente y hacer balance de la gestión turística, en estos dos años de legislatura, donde el presupuesto de su área se ha duplicado.
Pregunta.- ¿Cómo está siendo este inicio del verano en la provincia de Zamora?
Respuesta.- Nuestras previsiones a principio del mes de de julio eran mucho más normalizada y con la espera de mejores cifras. Pero esta quinta ola es preocupante y generalizada en toda España, si bien tiene una incidencia mucho más baja en los hospitales que en las anteriores, y por lo tanto, no nos estamos viendo afectados por cancelaciones y los datos que estamos recibiendo de las oficinas de turismo y los hoteles rurales son muy buenas, mejores que las del año pasado.
P.- ¿Y los hosteleros?
R.- Yo creo que están trabajando bien. Los cierres anunciados por la Junta afectan sobretodo al ocio nocturno y una pequeña limitación de horarios, que no afecta a la restauración ni alojamientos rurales en sus aforos. Esperemos que el verano se vaya normalizando y que vayan recuperando sus cifras de negocio. Loe perdido ya no volverá, aunque puedan llegar ayudas, es uno de los sectores más afectados por esta crisis.
P.- ¿Muchas diferencias con respecto al año pasado?
R.- Estamos notando diferencias para bien. Las cifras que barajamos son mejores que las del año pasado. Hace poco, el Ayuntamiento de Zamora nos facilitó las cifras de visitas a la Oficina de Turismo y son más del doble que el verano anterior. Por tanto, somos optimistas en que el verano repunte y sea mejor que el pasado, que tampoco fue malo, aunque evidentemente distinto a otros.
P.- Hemos escuchado el balance del presidente y del vicepresidente sobre los dos años de gestión este nuevo gobierno al que pertenece, pero sobre el tema de turismo apenas se comentó que se había doblado el presupuesto. ¿Qué balance hace de su gestión al frente del Patronato y del área de Turismo?
R.- Sobre todo destacaría la colaboración interinstitucional con el Ayuntamiento de Zamora, que nos ha permitido hacer acciones conjuntas, que de otro modo no hubieran sido posibles. Esperamos en 2022 poner en marcha esa Oficina de Turismo conjunta, en el Antiguo Palacio de la Diputación. Hemos tenido la mala suerte de la pandemia, porque podríamos haber seguido una senda muy ascendente y muy postiva en tema turístico, con la buena noticia de la apertura de la estación de Alta Velocidad en Otero de Sanabria, que en una situación sin crisis sanitaria hubiera sido un 'boom' para la provincia. Pero la colaboración nos sigue pareciendo fundamental. O estamos unidos en esto, o perdemos todos.
P.- Con el tema de la Alta Velocidad en Sanabria fue uno de los políticos zamoranos más críticos con su retraso constante.
R.- He sido crítico y desde hace muchos meses exigía la apertura de la estación. Lo he sido porque era consciente porque, aunque tuviera sus problemas técnicos, había pasado mucho tiempo desde su construcción y puesta en marcha de la línea, y no era de recibo que continuara cerrada. Primero porque perjudicaba al sector turístico y hostelero porque quien quisiera venir a Sanabria en tren, no podía hacerlo, ya que se tenían que ir hasta A Gudiña y volver para atrás. Me parecía tercermundista. Primero para los turistas, que lógicamente lo descartaban, y segundo para los habitantes, porque era una vía de comunicación para la comarca de Sanabria y La Carballeda, que tenían derecho a tener operativa. Pero, lo pasado, pasado está y felicitarnos todos porque la provincia de Zamora entre en la historia con dos estaciones de Alta Velocidad, que tengamos Madrid a una hora y 50 minutos de Sanabria.
P.- Y ahora, ¿qué hacemos con el Tren Regional? ¿Queda obsoleto del todo?
R.- Yo soy partidario de que hay que dar los servicios que la gente demande. El Tren Regional es un servicio intraprovincial, es decir, que da servicio a los zamoranos y que es útil. Por lo que Renfe tiene que dar una calidad del servicio adecuada. Un turista es muy difícil que utilice en Tren Regional, por los tiempos y las frecuencias, pero es un medio de comunicación muy útil para los pueblos de Zamora. Es la asignatura pendiente, que tenga una calidad suficiente y que tenga más horarios, para que así aumente su uso. Porque si es un servicio tercermundista, evidentemente, es poco atractivo para un usuario del siglo XXI.
P.- ¿Cree que el Patronato y el área de Turismo han cambiado en algo con respecto a mandatos anteriores?
R.- El mayor cambio es una cooperación diaria con el Ayuntamiento de Zamora. Evidentemente hemos cambiado el presupuesto, donde el año pasado tuvimos la cuantía más alta de su historia, lo cual era una apuesta clara por el sector y que nos permitió desarrollar muchas más actividades y que se ha mantenido en 2021. También seguimos apostando por esa apertura de monumentos y de oficinas. Hicimos una apuesta muy fuerte por la apertura de los monumentos, centros de interpretación y oficinas, porque creo que, de poco nos sirve tener todos esos espacios, si no se pueden visitar.
P.- ¿Cuáles son los objetivos a cumplir en los dos años que quedan?
R.-La pandemia nos ha roto y ahora mismo es difícil. Cuando todo pase nos podremos sentar y ver los objetivos. Tenía mos una línea ascendente y muy alta hacia arriba, por lo que el objetivo será volver a esos números y trabajar por seguir ascendiendo. El sector del turismo es un tipo de gente que han apostado todo por quedarse en su tierra y desarrollar una actividad muy complicada. Por lo tanto, desde la Diputación, lo que tenemos que hacer es hacer todo lo posible por ayudar en ese proyecto de vida y de trabajo. El turismo es uno de los grandes futuros de la provincia de Zamora. Aquí no nos van a venir a salvar grandes fabricas ni multinacionales. Tenemos que reinventar y el turismo es uno de los grandes motores.
P.- Parece que la tendencia turística marcada inevitablemente por la pandemia hace que los viajeros busquen lugares menos masificados, de grandes espacios abiertos y que ofrezcan variedad de actividades y paisajes. ¿No es una clara definición de Zamora?
R.- Esa es la definición de Zamora. Hace poco en la feria de ecoturismo NaturCyL, donde Zamora es el destino nacional preferente, dije que la provincia es el ecoturismo. Siempre ha sido así. Ahora está de moda ese concepto, pero nosotros ya lo teníamos. Cuando un turista viene a pasear por las calles del Casco Antiguo, cuando se escapa a Los Arribes del Duero, todo eso es ecoturismo. Tenemos una provincia con una enorme riqueza paisajística, natural y monumental. Desde que soy diputado he podido descubrir muchos, por eso creo que es uno de nuestros grandes motores. Yo lo defino como un ecoturismo tranquilo. No tenemos colas, no hay aglomeraciones, por lo que encaja en ese nuevo turismo, que tenemos que explotar.
P.- Hablamos mucho de atraer al turista de Madrid, de otras provincias, de Castilla y León, pero ¿qué pasa con los zamoranos? Muchos de nosotros seguramente no conocemos muchas de las opciones que ofrece la provincia, ¿también habría que dedicar tiempo a este otro turismo o no interesa?
R.- Nos solemos centrar en otros mercados porque son los que pernoctan. Normalmente con el turismo provincial, conoces el lugar y te vas a casa a dormir. Antes de la pandemia, yo ya hacía el chascarrillo de que "un zamorano lo que tiene que hacer es ir a comer a Fuentesaúco o Sayago y no irse a una gran superficie comercial a comer albóndigas noruegas". Sigo pensando que los zamoranos, una forma de poner nuestro granito de arena, es viajar por nuestra provincia. Algo que creo que sí ha pasado más durante la pandemia, hemos conocido rincones y hemos hecho de las cascadas la nueva resaca de los domingos. Como todo estaba cerrado, nos hemos dedicado a hacer rutas y a conocer nuestro territorio y los cercanos de la Comunidad. Las cifras así nos lo dicen. Santa Marta de Tera, uno de los templos icónicos de nuestra provincia, tuvo su récord de visitantes. Ojalá eso persista cuando terminen las restricciones.
P.- ¿Y cómo animamos a los zamoranos a que ocurra eso?
R.- Creo que con campañas en la prensa provincial, porque no hay que despreciar en absoluto ese turismo provincial. Y luego porque somos los mejores agentes turísticos de nuestra tierra. Es la mejor manera de poder recomendar después a amigos y familiares de fuera lugares que visitar en Zamora. Tenemos que conocer nuestro patrimonio para venderlo.
P.- Ahora que volvemos a sufrir restricciones sanitarias, sobre todo en la hostelería, ¿qué opinión le merece la gestión de este asunto por parte de la Junta? Fue muy crítico con su gestión en algunos puntos.
R.- Yo fui muy crítico con un asunto muy concreto que tenía que ver con la ocupación de la UCI en Zamora. Creo que cerrar la hostelería porque la Unidad de Críticos tuviera un porcentaje u otro, no era de recibo, porque la UCI no deja de ser una infraestructura sanitaria y aumentando esa Unidad, hubiera bajado esa presión asistencial. Eso fue lo que yo critiqué y así se lo manifesté personalmente al presidente de la Junta de Castilla y León. Yo creo que hemos vivido momentos muy difíciles y nuestros responsables políticos, todos, han tomado decisiones muy difíciles. No era frivolidad, ni tomar decisiones a la ligera. Nos estábamos jugando vidas. Esa crítica que hice en aquel momento era por ese punto concreto y no voy a criticar nunca al Gobierno central o a la Junta por las decisiones tomadas durante la pandemia porque creo que las han tomado con la mejor intención. No me quiero poner en su pellejo porque, desde luego, que no son decisiones fáciles.
P.- Era una papeleta complicada. ¿Qué medidas cree que hubieran sido más eficaces? ¿Más control policial real en calles y domicilios?
R.- El problema es que tenemos 'expertos epidemiólogos', además de saber de fútbol y de obras públicas. Yo creo que los expertos son los que tenían que tomar las decisiones, con sus aciertos y sus errores. Ha sido una pandemia muy cambiante y de la que no sabíamos nada. Yo te puedo asegurar que hace unas semanas ni me hubiera imaginado esta quinta ola y la estamos viviendo. La vacunación va muy bien y la infraestructura ha respondido muy bien, pero aquí estamos. Lo importante era salvar vidas y si hemos tenido que sacrificar parte del tejido económico creo que ha merecido la pena.
P.- ¿Cree realmente que en la hostelería está el verdadero foco de contagio?
R.- Nunca lo he pensado. El 100% o el 99% de los hosteleros son enormemente responsables en sus negocios, a veces, con problemas para ellos con los propios clientes. Siempre he pensado que la hostelería era segura, al igual que la cultura y el deporte. Pero lo que sí es cierto es que la hostelería provoca movilidad. Yo he de reconocer que cuando la hostelería estaba cerrada apenas salía de casa, porque si no me podía tomar un café o una cerveza, para qué. Pero cuando está abierta quedas con amigos o con familia a tomarte algo o ir de tapas y sales a otros sitios Por eso mismo se resentía el comercio también, porque van unidos. Pero sigo creyendo que la hostelería es completamente segura.
P.- También es cierto que, por ejemplo, antes de iniciar las vacunaciones, Madrid protegió por encima de todo la hostelería y los contagios se desbordaron.
R.- Me queda grande como diputado provincial, pero creo que la valoración de la gestión de la Comunidad de Madrid tuvo su resumen el cuatro de mayo en el resultado de las Elecciones Autonómicas. Son los madrileños los que tienen que decir cómo ha gestionado su gobierno regional la pandemia y el resultado dejó muy claro cómo valoraban esa gestión. Yo no tengo nada que decir.
P.- A parte del turismo, la cultura y el deporte también han sufrido mucho por las restricciones. ¿Qué proyectos tiene la Diputación para estas dos áreas?
R.- Siempre he pensado que mis tres áreas son las que más han sufrido durante la pandemia. Tenemos que ir reactivando poco a poco las actividades y las acciones en estas áreas. Pero lo cierto es sobre los actos culturales en los pueblos con incidencias tan altas, son los propios alcaldes los que te piden que lo dejes para más adelante. Hay que aplaudir la preocupación de los alcaldes de los pueblos, que sin cobrar ni un duro en el 90% de las localidades, se han dedicado a desinfectar calles, llevar compra a las casas, repartir mascarillas... Para un alcalde no es fácil decir que no se celebran las fiestas o que se cancela cualquier acto cultural, y han sido valientes para tomar esas decisiones.
Y en materia deportiva hemos ido arrancando con pruebas deportivas importantes como Los Arribes Ocultos o la Transfronteriza. No lo hacemos como nos gustaría, con la gente participando más efusivamente en las metas, pero hemos ido sacando cosas. Siempre he dicho que este tipo de eventos son alicientes económicos para las comarcas donde se desarrollan, porque los participantes pernoctan y es dinero que se deja en los pueblos. El dinero que la Diputación invierte en esas pruebas vuelve multiplicado por dos o por tres en las comarcas. Por eso seguimos intentando celebrar pruebas deportivas mientras la situación sanitaria nos lo permita.
P.- A mis oídos ha llegado que varios clubes deportivos, asociaciones culturales e incluso alcaldes han notado el cambio con esta área desde su llegada. ¿Su despacho está siempre abierto para cualquier propuesta?
R.- Yo respondo desde que soy diputado. Intento hacer mi trabajo de la mejor manera posible eso pasa por atender a la gente de la mejor manera posible. Unas veces tengo que decir que no podemos llegar a sus propuestas y otras que sí. Pero creo que siempre hay que recibir a la gente y dar una palmadita en la espalda. Siempre dije que me habían tocado dos áreas: deporte y cultura, que son casi una ONG. Porque todos los presidentes de asociaciones, clubes deportivos... dedican su tiempo, esfuero y, muchas veces, su dinero para sacar adelante sus proyectos culturales o deportivos. Por lo que creo que la Diputación tiene que estar siempre apoyando lo que se hace en los pueblos, que son los principales dinamizadores de la vida social y cultural de nuestras localidades. Mi puerta siempre está abierta para todo el que quiera.