Por primera vez en dos años, el equipo de gobierno de la Diputación de Zamora ha mostrado una ruptura en su unión política en el Pleno Ordinario de este mes de julio. La propuesta de la bajada del Impuesto sobre Actividades Económicas a las empresas zamoranas al 25% y que encabezaba el presidente de la Diputación, Francisco Requejo, ha sido el punto de discordia entre Partido Popular y Ciudadanos.
Francisco Requejo defendía esta bajada como forma de "apoyar a las empresas de Zamora" y pedía a sus compañeros del equipo de gobierno que "tuvieran un poco de perspectiva" sobre el asunto y que "no tengan prejuicios y sean más valientes". Pero de poco ha servido la defensa del presidente de la Diputación defender la ayuda que supondría para las empresas zamoranas dicha reducción, ya que el Partido Popular, encabezado en su negativa por Javier Faúndez, han defendido que dicha propuesta supondría una ayuda que afectaría "en un 70% a las compañías eléctricas como Iberdrola, que operan en la provincia, se llevan todo y no dejan nada". Todo el relación a la reciente polémica protagonizada por el gigante eléctrico en Zamora, con el vaciado del embalse de Ricobayo en plena temporada estival, y donde miembros del PP, como el diputado de Turismo, Cultura y Deportes, Jesús María Prada se ha mostrado especialmente crítico.
Por ello, el Pleno votaba la retirada de este punto del orden del día produciéndose un empate, que se solventaba con el voto de calidad del presidente, en este caso a favor de mantener la propuesta. Tras votar el fondo del asunto, finalmente, quedaba fuera del orden del día y no procedía su aprobación con la bastención del PP y los votos en contra de PSOE e IU.