En la jornada del martes el Ayuntamiento de Madrid retiró la placa de la calle madrileña dedicada a la maestra Justa Freire, y la sustituyó por la del militar golpista y fundador de la legión, José Millán Astray. Justa Freire fue una de las más ilustres pedagogas españolas de la primera mitad del siglo XX. Esta zamorana, nacida en Moraleja del Vino, estudió magisterio en la capital y obtuvo la plaza de maestra nacional con apenas 22 años. Años después viajaría a Madrid y, vinculada a la prestigiosa Institución Libre de Enseñanza, impartiría clases en el barrio obrero de Cuatro Caminos. Su condición de pionera en nuevas corrientes pedagógicas la llevaría a participar en programas de estudios superiores en Francia y Bélgica, una prometedora carrera que se vio truncada, como muchas otras, por la Guerra Civil.
Como reconocimiento a su trayectoria en el ámbito de la enseñanza, desde hace años Justa
Freire tiene un lugar en el callejero madrileño, un lugar del que se le ha privado esta semana. Para corregir esta injusticia, desde el Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Zamora presentarán en el próximo Pleno Municipal de agosto, que se celebrará en la primera semana de septiembre, una moción que tiene como finalidad conseguir el apoyo necesario de los distintos partidos presentes en el Pleno para que tenga su calle en Zamora. El portavoz, David Gago, señala: “esperamos contar con el respaldo del resto de grupos políticos, ante un reconocimiento, que es el de muchos zamoranos y zamoranas que migraron lejos de su tierra y consiguieron labrarse una carrera profesional exitosa a pesar de las dificultades”. Y, añade, “una vez conseguido este apoyo llevaremos la iniciativa a la próxima Comisión de Cultura para conseguir una respuesta ágil y evitar que el recuerdo de Justa Freire desaparezca, al menos de la memoria de los zamoranos y zamoranas”.
Esta propuesta de los socialistas se suma a una serie de iniciativas para poner en valor el patrimonio material e inmaterial de los zamoranos, como el parque de Ursicina Martínez, directora de la Casa de Cultura y fundadora del IEZ Florián de Ocampo (situado junto a los jardines de Eduardo Barrón), o el nombramiento de hijo predilecto de la ciudad al pintor Antonio Pedrero. Un reconocimiento orgulloso a todos los profesionales y artistas que, con su trabajo y dedicación, han llevado el nombre de Zamora más allá de las orillas del Duero.