Desde hoy, la caza del lobo ha quedado prohibida en toda España tras la publicación de la Orden que modifica el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), con el fin de incluir a todas las poblaciones de lobo ibérico (Canis lupus) del territorio, y que incluye a la provincia de Zamora. Una medida más que polémica y que ha sido rechazada de pleno por todas las entidades de Castilla y León, donde la caza de este animal es una de las medidas de control para evitar ataques a los ganados de la Comunidad.
Zamora es una de las provincias más afectadas por esta nueva normativa. Los ataques de lobos en la provincia, sobre todo en zonas de Sanabria o Sayago, se suceden casi semanalmente y tanto instituciones locales como organizaciones ganaderas han hecho una oposición en bloque a la nueva orden del Ministerio para la Transición Ecológica. Zamora es una provincia que lleva siglos conviviendo con el lobo y este forma parte de la propia indiosincracia de la misma. De hecho, la propia presencia del animal en los bosques y sierras zamoranas son un importante atractivo turístico para la provincia. Desde que el eterno Félix Rodríguez de la Fuente recorriera la Sierra de la Culebra en busca de las mejores imágenes del lobo con la intención de llenar de conocimiento sobre el animal las cabezas de los españoles, Zamora es un punto principal al que acuden los amantes de este animal. De hecho, la localidad sanabresa de Robledo es la que acoge el Centro de del Lobo Ibérico de Castilla y León, y varios puntos de la provincia son famosos por sus avistamientos de este escurridizo animal.
Zamora y el lobo: turismo y ataques a la ganadería
Por ello, tanto el responsable de Turismo de la Diputación de Zamora, Jesús María Prada, como el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Zamora, Christoph Strieder coinciden en la importancia del lobo como reclamo turístico de la provincia, pero también en la "necesidad primordial" de solucionar el problema de los ganaderos con los ataques del lobo. Para Jesús María Prada, la decisión del Gobierno de España es "precipitada y llena de incertidumbre a la sociedad". El titular de Turismo en la institución provincial considera que "los ganaderos no quieren compensaciones por su ganado muerto, lo que quieren es que el lobo no mate sus ovejas", por lo que aboga por una política nacional que permita a los ganaderos protegerse de los ataques y "sin legislar de espaldas al mundo rural. Y sobre la explotación del lobo como recurso turístico, Prada insiste en que "debe hacerse con cuidado", en referencia a la posible sobreexplotación de este reclamo.